CAPÍTULO 5

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La semana siguiente, las cosas habían estado muy tranquilas en el instituto. Jay y yo hablábamos mucho mas, y había tomado por costumbre besar mi mejilla cada vez que nos despedíamos, ya casi era capaz de no ponerme roja cuando lo hacía.

La ruptura de Jason Blosson y Polly Cooper había sido la noticia de la semana, todo el mundo tenía algo que opinar sobre el tema, pero ese tema de conversación comenzó a verse eclipsado por la llegada del inminente partido, el cual estaba en boca de todos.

Ya estábamos a viernes y yo acababa de salir del aula de química cuando las cosas se empezaron a torcer, por algún motivo todo el mundo me estaba mirando. Camine por el pasillo intimidada bajo la atenta mirada de mis compañeros.

-¡Vaya ___ como te las gastas!- me suelta un chico de otro curso con el que jamás había intercambiado una palabra.

-¿Qué? – comienzan a sonar silbidos y yo cada vez entiendo menos lo que esta pasando. Hasta que me llega una notificación al teléfono, lo desbloqueo y compruebo con horror como alguien había subido a internet una foto de una chica desnuda, que no era yo, pero que hábilmente le había puesto mi cara con el uso del Photoshop, al pie de la foto se leía lo siguiente:

Esta es la verdadera _________ .

No puede ser, esto no puede estar pasando. Levanto la mirada y todo el mundo esta mirando su teléfono. Comienzo a correr por el pasillo de camino a los vestuarios ignorando los silbidos y las burlas de mis compañeros.

-No, no, no...- digo en voz baja una vez a salvo en los vestuarios de las chicas- no me puedo creer que me esté pasando esto a mi.

Suena la campana y se que toca educación física así que mi refugio provisional no tardará en llenarse de gente, por lo que me apresuro a salir antes de que sea demasiado tarde.

El vestuario de los chicos estaba justo en frente así que, muy a mi pesar, al salir me encuentro cara a cara con Chuck Clayton, uno de los jugadores del equipo de futbol. Chuck me detiene el paso.

-Vaya con la mosquita muerta- dice – que calladito te lo tenías eh. – hace un gesto como si se estuviera tocando los pechos, será asqueroso.

-Déjame en paz Clayton. – digo tratando de escabullirme, pero vuelve a cortarme el paso.

-¿A que vienen tantas prisas guapa?

En una fracción de segundo alguien aparece de la nada y aparta a Clayton de un empujón.

-Dejala en paz. – Jason se había puesto en el medio. – ¿estas bien?- me pregunta rodeando mis hombros.

-Si, yo...

-¿Que pasa Blosson es que no has visto las fotos?

-Callate Clayton -dice Jay lanzándole una mirada amenazadora.

-Lo que te pasa Blosson es que la quieres para ti solo eh amigo, los amigos comparten, verdad ____. 

Tras esas palabras veo en el rostro de Jason algo que jamás había visto. Sin previo aviso se gira, agarra a Clayton de la camiseta y le pega un puñetazo con todas sus fuerzas. Yo me llevo las manos a la boca. Clayton recupera la compostura con sangre en la nariz y comienza a atacar a Jason. Ambos se enzarzan en una pelea brutal en la que para mi alivio, va ganando Jay. Sin previo aviso en un giro de la pelea Clayton se las apaña para acabar encima del pelirrojo, lo acorrala entre sus piernas y comienza a darle un puñetazo tras otro. No recuerdo muy bien en que momento, solo se que de repente me encontraba enganchada a la espalda de Clayton tirando de su cuello hacia atrás con todas mis fuerzas.

-¡Sueltalo maldito bastardo! – grito sin aflojar ni un poco.

- ¿QUE ESTA PASANDO AQUÍ?- todos nos quedamos inmóviles ante la llegada del profesor de educación física. 

Menudo panorama, Jason tumbado en el suelo, con un ojo morado, Clayton encima de él, tratando de aflojar mis brazos alrededor de su cuello, y yo, subida a la espalda de Clayton cual koala.

Y así termina la semana, Jason, Clayton y yo, sentados en tres sillas delante de la mesa del director.

Mi primer pensamiento fue que nos habíamos quedado sin partido, pero dado que se trataba del capitán del equipo y uno de los mejores jugadores, eliminarlos del juego era condenar a los Buldogs al fracaso, y como director, no podía hacer eso, y tampoco podía castigarme solo a mi, por lo que decretó que nuestra sanción comenzaría tras el partido, y como ninguno se había metido antes en ningún problema semejante, nos libramos de la expulsión, pero tendríamos que quedarnos toda la semana dos horas después de clase castigados.

Salimos del despacho del director y Jay insiste en acompañarme a casa, tiene el labio cortado, varios moratones, y su parpado izquierdo había triplicado su tamaño.

-Siento mucho esto...- el pelirrojo me mira y sonríe como puede.

-Volvería a hacerlo- dice.

Me siento culpable y recuerdo la foto que circula ahora por los teléfonos de todos los estudiantes del Riverdale High. Por alguna razón tengo el impulso de disculparme con él.

-Jay en cuanto a esa foto yo no...- comienzo, pero Jay me interrumpe.

-No me tienes que dar explicaciones de nada ___. – lo dice agitando su mano, restándole importancia.

-Yo no soy la de esa foto. -continúo.

-Esta bien ____, yo te creo, pero aunque lo fueras, no soy nadie para juzgarlo, ni pienso permitir que nadie hable mal de ti. Y créeme que encontrare a quien te haya hecho eso.

-Gracias Jay-Jay.- es todo lo que logro decir.

-Me encanta que me llames así – dice, y me sonríe con ternura, yo le devuelvo la sonrisa. – no me des las gracias, en todo caso gracias a ti, si no llegas a hacerle a Klayton la llave del Koala esto -señala su cara- estaría muchísimo peor.

-Llave del Koala. – repito riéndome.

-Bueno, eras como un panda enfurecido, muy tierno, pero letal – dice abriendo mucho los ojos con la ultima palabra.

Ambos nos empezamos a reír, mientras dejábamos cada vez mas lejos el instituto.

No sin ti (Jason Blosson y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora