𝓨𝓸𝓾𝓻 𝓔𝔂𝓮𝓼 𝓣𝓮𝓵𝓵 |𝓨𝓜 |𝓞𝓶𝓮𝓰𝓪𝓿𝓮𝓻𝓼𝓮

7.- "Cerca de mí"

Los pasos de un caballo bajando su velocidad puso en guardia a aquellos soldados que custodiaban el palacio. Los primeros rayos del sol ya habían salido así que pudieron divisar de quién se trataba gracias a la claridad del día, los soldados se dieron media vuelta quedando espalda a la entrada. Así el caballo paro frente a aquellas escaleras y de este bajo el gran rey Yoongi quien llevaba en su mano una larga espada.

- Señor... - NamJoon hizo una reverencia mientras Yoongi le daba su espada. - El joven Taehyung llegó hace unas horas, se fue a descansar y las Kisaengs a la casa grande. - Anuncio.

- ¿Jimin? - Yoongi subió las escaleras y detrás de él Nam quien trataba de ver atraves de esa tela podía ver algunas cosas como los pies del rey y con esta poco visibilidad podía caminar.

Nam pensó unos segundos procesando a quien se refería su majestad hasta que se acordó era aquel omega por el cual últimamente había mucho revuelo.

- Él llegó junto con otro chico, parecía que estaba dormido así que fue llevado a su recámara por orden del joven Taehyung. - Yoongi paro. - Lo siento mi señor si desea lo puedo llevar a una habitación de huéspedes.

- No. Déjalo así. - El rey camino más rápido dando a entender que aquella conversación se había acabado, Nam se quedó pensando en si se había enojado. Al ya no sentir la presencia del rey quitó la tela.

- Woah enserio le gusta mucho como para dejarlo dormir en su cama... - Una voz conocida se hizo presente en aquel pasillo haciendo sonreir a NamJoon.

Se dió la vuelta y pudo observar a su compañero de guardia y el único que podía derrotarlo; SeokJin un alfa único para Nam.

- Ojalá se queden juntos, Yoongi debería casarse pronto. - Nam camino hacia Seok.

- ¿Y que hay de ti? ¿Piensas casarte pronto? - Entre ambos había algo que todos los soldados siempre sentían aquella tensión cuando ambos intercambiaban ideas o simplemente cuando ambos rozan miradas era imposible no sentir aquella tensión dentro de una habitación pequeña.

- No es un tema que estoy interesado en el momento, hay muchas cosas importantes ahora como por ejemplo vigilar la frontera del norte y que no se infiltre algún espía. - Paso por el lado de Jin.

- Eres un aburrido. - Jin fue detrás de él.

🦊

Entre aquellas sábanas blancas solo resaltaba aquella cabeza rubia, tan lindo se miraba envuelto en sus propias sábanas blancas que Yoongi sabía tendrían su lindo aroma como ahora toda su habitación olía a él.

Se acercó un poco quitando su calzado en el proceso para así sentarse en la cama y poder observar como su lindo rostro hacia expresiones extrañas como si de una pesadilla se tratase, Yoongi se sentía culpable por todo sentía que debía disculparse con él en cuanto se despertase pero por el momento verlo descansar hacía que el corazón de Yoon se tranquilízase por el momento. Se apartó de él y tomo asiento en uno de sus sofás negros dejando caer su cabeza hacia atrás y poder tomar una siesta después de todo lo que había pasado.

Jimin se estiró en aquella cómoda cama haciendo que en el proceso un ronroneo escapara de su garganta, restregó sus manos en su rostro quitando rastro de su sueño. Proceso un poco todo lo de la noche anterior sintiéndose un poco temoroso, se había dado cuenta que no sabía dónde estaba que por un momento había tenido el pensamiento negativo de que el rey Yoongi jamás lo salvó y de lo contrario ahora mismo estaba en la cama del rey anterior. Lo había creído por un momento de no ser por aquel olor tenue y tranquilo a té verde, así que como pudo se sentó en la cama sintiendo el frío piso en sus pies pero no le importo. Se guío con las yemas de sus manos rozando la gran cama para después uno de los soportes y así hasta llegar donde se concentraba el mayor olor, chocando con unos pies en el proceso. Min despertó en cuanto sintió como sus pies eran golpeados levemente con algo, en cuanto abrió los ojos pudo ver cómo aquel rubio estaba estirando su manita a punto de tocar su rostro, Yoongi no se movió pero aquel roce jamás llegó Jimin había retirado su mano pues había pensado que sería una ofensa para él.