El amor es una cosa complicada.
Quizás demasiado, tan profunda, efímera, y hasta engañosa para aquellos que se ciegan por ella.
¿Que será de aquellos cuando se den cuenta de que lo que veían no era lo que sus ojos le mostraban?
¿Que será de esos cua...
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ℂ𝕦𝕒𝕟𝕕𝕠𝕥𝕖𝕔𝕠𝕟𝕠𝕔𝕚
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Aún lo recordaba
Lo recordaba como si fuera ayer
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La ciudad estaba callada, la poca existencia del sonido no era nula, pero si pasaba desapercibida para los oídos de aquellos quienes ya se hallaban acostumbrados a los ruidos ciudadanos que constantemente se producían.
La luz no existía, la oscuridad era la reina en aquella noche, sin luna de queso que saludara a la humanidad, sin estrellas que respaldaran a su fiel compañera, solo oscuridad, unas nubes oscuras apenas perceptibles por la falta de iluminación, y niebla, espesa y densa niebla que cubría hasta la altura de los edificios.
Mas que aterrador, esa noche parecía. . . Solitaria.
Y para una muchacha que llegaba a casa, aquella noche era solitaria.
— Ya llegué.— Dijo casi murmurando al vacío, un simple susurro del cual no hubo respuesta.
Ni tampoco la habría.
Porque aquella chica vivía sola, a sus quince años, en un departamento si bien lo suficientemente espacioso para ella, tan triste y solo como su persona misma.