ℂ𝕒𝕡𝕚𝕥𝕦𝕝𝕠 𝟘𝟟

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𝔻𝕚𝕒 𝕖𝕤𝕡𝕖𝕔𝕚𝕒𝕝

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𝔻𝕚𝕒 𝕖𝕤𝕡𝕖𝕔𝕚𝕒𝕝

Era un día especial, realmente especial, había humo en la mayor parte del cuarto, llenando el ambiente de un aire impregnado de humedad que dejaba en claro el hecho de que la calidez de algo se encontraba abrazando con tacto leve la frialdad de la...

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Era un día especial, realmente especial, había humo en la mayor parte del cuarto, llenando el ambiente de un aire impregnado de humedad que dejaba en claro el hecho de que la calidez de algo se encontraba abrazando con tacto leve la frialdad de las paredes.

El agua caliente que corría por la regadera cesó al momento en el que por el cuarto sonó el rechinar de la llave, el muchacho tomó la toalla que había dejado al lado de su ducha para cubrirse con ella, se secó donde sea que haya quedado rastro alguno de las gotas de agua y luego se revolvió el cabello, con sus ojos negruzcos dirigió su mirada al espejo de cristal, éste empañado por la niebla artificial a penas y dejaba ver el reflejo del muchacho, el cual se veía borroso.

Con una de sus manos el de tés clara limpió como pudo aquel cristal y con una sonrisa entre la confianza y la emoción se dedicó a verse, como buscando el más mínimo desperfecto que pudiera hallar en su imágen, sabía que no era el hijo de Afrodita, pues no se trataba de un Dios griego listo para salir en busca conquistar a las personas con su suma grandeza, como Eros era capaz de hacer, pero al menos sabía también que no era tan poco agraciado, en su rostro no encontró ni siquiera la marca del grano que hacía una semana le había salido, se había dedicado incluso a cuidarse la piel para ese día, todo para verse tan bien y prolijo como fuese capaz de verse un muchacho de diecinueve en un día importante.

Se puso un poco de loción en el rostro y el cuello, alguna colonia que le haya dado su amigo y ex Pico en alguno de esos momentos en los que de broma le había dicho que olía mal, cuando en realidad era un regalo que no había querido de alguien más por su olor a hierro debido a su trabajo del cuál él tampoco sabría sino fuera por la vez en la que lo contrataron de sicario para matarle, pero tal como pensaba, no fue nada de lo que no fuera capaz de manejar.

Con prisa salió del baño para para dirigirse a su habitación, ahí encima de su cama descansaban las prendas que había escogido meticulosamente para ese día, se puso una camiseta la cual se había estaba planchada, la más bonita que tenía, de mera casualidad (O quizás no) se trataba de una que la muchacha de cabellos castaños le había dado, se puso aquellos pantalones que solo usaba para ocasiones especiales, unos que no quedarán tan que los y que aquella muchacha siempre elogió, y finalmente, se puso sus zapatos favoritos, unos parecidos a los rojos, pero un poco más elegantes (Al menos así lo decía él).

✧◝Ƹ Our nothing Ʒ◜✧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora