01.

45 2 0
                                    


— Deberíamos salir del estacionamiento, creeran que queremos robar uno de estos lujosos autos.— sigo igual de sorprendida, al lugar que dirija mi mirada hayo autos costosos. Algunos son camionetas, autos deportivos, otros para el día a día, etc. Todos se notan que cuestan un elevado monto de dinero, aparte se encuentran prácticamente nuevos, o bien, los mantienen en muy buen estado.

— Ya lo creo, ¿Pero qué más podemos hacer? Hemos recorrido casi todo el lugar. Te puedo apostar a que mi mamá y mi hermana, tienen para mucho rato más jugando en el casino.— bufa cansado el chico al ladio mío, mientras avanzamos en dirección a la salida del lugar.

— Lo sé, pero, ¿A quién se le ocurrio la increíble idea de venir a un lujoso casino situado casi en la mitad de la nada?— inquiero algo harta.

— A mi. Pensé que sería entretenido, pero...

— Ahg Brent.— suspiro.— ¿Acaso no pensaste en que no te dejarían entrar al casino por ser menor de edad?— hablo obvia.

— Pero tengo 17, no estoy tan lejos de tener 18. Pensé que tal vez hubieran podido dejarme entrar.

— Esta bien, no le demos más vuelta al asunto.— estamos por salir del oscuro lugar para llegar a una calle en alto.— Bueno, y como todo es tu culpa, ahora deberas entretenerme. Porque ahora mismo podría estar metida en el casino jugando.— me cruzo de brazos divertida. Esto de tener 18 años casi recién cumplidos es genial.

— Ya, está bien. Apenas cumpla 18, que por cierto falta poco, te volveré a invitar para que entremos en el casino y nos hagamos realmente millonario.— hace un gesto con sus manos recreando algo grandeza. Reimos un poco ante su alocada idea.—¿Qué te parece si jugamos un rato a verdad o reto?

— Vale, juguemos.— salimos del estacionamiento encontrándonos con el recorrido paisaje. Llegamos a una pequeña cascada artificial donde podemos sentarnos.

— Bien, parto yo. Verdad o reto?— formula retador.

— Humm...— me tardo unos segundos pero termino respondiendo con "verdad".

—¿Cómo mantienes ese trasero tan grande y redondo?— levanto mis cejas incrédula.

—¿Es en enserio?— pregunto algo confundida y divertida a la vez. Mientras Brent se dedica a asentir.— Pues la verdad es que hago nada, supongo que es algo se mi.— sonrio orgullosa. Me gusta bastante mi trasero, pero más me gusta es que nisiquiera lo ejercito para tenerlo así.

— Desgraciada.— gruñe en silencio.

— Ahora yo, ¿verdad o reto?

— Verdad.— responde el joven no muy convencido en su respuesta.

—¿Cuándo le diras a tus padres que eres gey?— bufra frustrado.

— Pues, siento que aún no estoy listo del todo, y sé miy bien que tengo tu apoyo y tu pero, no sé.— se resigna a decir más.

— Esta bien pequeño mono.

—¿Verdad o reto?

— Reto.— contesto efusiva.

— Te reto a que hables con ese hombre.— me doy vuelta para mirar a la calle de abajo y observar al sujeto que apunta. Me quedo algo sorprendida cuando admiro lo atractivo que es. Parece dirigirse a la secreta puerta que hay a un costado del edificio del casino. Pocas personas entran y quienes lo hacen se ven bastante adineradas, tal parece que es una entrada VIP.
Las pequeñas calles se encuentran vacias, solo el y nosotros nos encontramos en el lugar.

Sin pensarlo bajo rápidamente a la pequeña calle donde él va caminando. Me acerco lo que más puedo a él quedando a sus espaldas e intento buscar alguna solución para hablarle y casi al instante encuentro una. Le doy una rápida mirada a Brent, que se encuentra cruzado de brazos mirándome de manera desafiante. Vuelvo mi mirada al hombre y agito mi respiración.

on knees.- Harry Styles.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora