Destino Roto

Capítulo IX: Día de Paseo.

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– Se qué hay alguien allí, sal y muéstrate cobarde... – dijo firme y fríamente, no paso ni un segundo cuando de detrás de una columna apareció alguien que el muy bien conocía, sorprendiéndolo....

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– ¿Bankotsu? – murmuro sorprendido mirando a su hermano luego de tantos años. Habia cambiado un poco, su cabello y acostumbrada trenza se veían descuidados. Usaba ropa desgastada y algo sucia, estaba más delgado y mucho menos fibroso que la última vez que lo vio, se notaba que el cigarro, el alcohol y los años le estaban pasando factura.

– Vaya hermano, cuanto tiempo sin vernos... Tal parece que no has perdido la costumbre de cuidar tus espaldas, eso esta bien sin embargo me decepciona que hayas tardado tanto en darte cuenta – dijo burlón, el albino solo lo miro con rencor, no queria problemas.

– ¿Qué demonios quieres Bankotsu?

– ¿Con esa actitud recibes a tu hermano luego de tantos años? Eso si que duele Inuyasha... – fingió ofenderse.

– La última vez no acabamos bien. Crei que no querias volver a verme, después de todo casi me matas – lo acuso con enojo– Así que no entiendo porque ahora me buscas...

– Cierto, cierto la ultima vez no acabamos bien porque ALGUIEN – lo mira fijamente– Me traiciono y bien sabias que yo no perdonó eso pero aun asi no pensaba matarte solo queria que te pudrieras en la cárcel – sonrio burlonamente. Entonces Inuyasha al fin confirmo que fue su propio hermano quien lo delato y quien guio a la policia a su escondite– Pero a la que si queria enviar al otro mundo era a esa perra que tantas veces me rechazo para un polvo pero a ti si que se entrego con las piernas bien abiertas... – escupio con odio.

– ¡Callate imbécil! ¡No vuelvas a hablar asi de ella! – de un momento a otro Inuyasha habia soltado sus bolsas y se habia acercado para tomar al pelinegro por la camisa y levantarlo ligeramente, amenazandolo.

– ¡¿O que?! ¿Me vas a golpear? ¡No me hagas reir! – se burlo para despues separarse bruscamente del agarre de su hermano.

– ¿Por qué mierda no te has largado de esta ciudad? Crei que estarias muy lejos donde la policia no te alcance... – pregunto con enfado y confusión.

– Sabes bien que a mi la policia me tiene sin cuidado – dijo socarrón– Y tranquilo, me ire lejos de nuevo muy pronto. Solo estoy de paso en esta asquerosa ciudad para resolver algunos asuntos...

– Pues si viniste a "saludar" ya lo hiciste – dijo sarcástico– Haz lo que tengas que hacer y a mi dejame en paz... – soltó serio para despues recoger sus bolsas del suelo, dispuesto a marcharse.

– Inuyasha... Espera... – lo detuvo,

Inuyasha se extrañó de su llamado, pues por primera no escucho tintes de burla o sarcasmo en un llamado de su hermano. Se oia serio esta vez...

– ¿Qué quieres ahora? – se rindió el albino y de nuevo volteo a verlo.

– Me entere que... La mujer que nos pario esta en la ciudad ¿Es eso cierto? – pregunto el pelinegro tratando de sonar despreocupado.