Los magos de las sombras no se mezclan con los magos

Capitulo 7

Capitulo 7 Mas presentaciones

Órden del Fénix

Una vez que el extraño dúo salió de la cocina, Harry se volvió hacia su padrino, "¿Qué quieren decir con que son peores que los dementores?" preguntó.

"Me temo que realmente no podría decírtelo", dijo Sirius, "Esta fue la primera vez que los conocí. Remus, Ojoloco y Bill fueron los que los encontraron", dirigió la pregunta tácita en su dirección.

Los tres intercambiaron una mirada inquieta antes de que Bill hablara: "Por mucho que queramos decirte, Harry, no podemos. Estamos obligados a mantener el secreto porque su existencia ha sido secreta durante muchos años. Castigaron a Ojoloco". solo porque consideró romper sus reglas".

"Aunque su actitud ciertamente no ayudó", intervino Lupin, "te lo dije, Harry, son muy protectores con sus secretos. Es un milagro que estén aquí ahora mismo. Por tu propio bien, no rompas sus reglas".

"¿Cómo sabes que no están trabajando con Voldemort?" preguntó Harry sospechosamente. No le gustó la sensación del poder que irradiaban, "¿Por qué Dumbledore confía en ellos?"

"Se están deshaciendo de Voldemort", le recordó Sirius a su ahijado. "Ciertamente no estarían trabajando para él o con él si hicieran eso".

"Tan duros como pueden ser", gruñó Moody, "parecen reacios a las ideas compartidas por el Señor Oscuro y sus seguidores".

Harry se cruzó de brazos, enfurruñado. Había algo extraño en esos tipos, ¡simplemente lo sabía! Solo tendría que averiguar qué era. "Ni siquiera lo pienses, Harry," dijo Arthur Weasley. Ante el rostro fingido de inocencia de Harry, explicó: "No intentes entrometerte en sus asuntos. Son personas peligrosas".

"¡Pensé que habías dicho que estaban de nuestro lado!" exclamó Harry.

"Eso no los hace menos peligrosos", dijo Lupin, "Mira a Ojoloco. Es un hombre peligroso, pero lucha por el bien. Créeme cuando te digo que no quieres que se enojen contigo. Estaba allí cuando se molestaron un poco y no fue bonito. Odiaría ser el receptor de su ira real".

"¿Qué hicieron?" preguntó Harry con curiosidad.

"No puedo decirte eso," dijo Lupin con pesar.

Harry se enojó entonces. Se suponía que él era el destinado a derrotar a Voldemort, ¡pero no le dijeron nada! Ahora había un grupo de personas misteriosas que se negaban a contarle a nadie sobre sí mismas, o amenazaban a las personas a las que sí contaban, y que ahora estaban a cargo de su supuesto destino. ¡¿Cómo podría ser empujado hacia un lado de esta manera?!

La señora Weasley volvió entonces, llamando la atención de los que estaban en el comedor. "Están todos instalados", anunció.

"Me bloquearon el ojo", gruñó Moody, el ojo mágico mirando hacia el techo.

"No es realmente sorprendente", comentó Lupin, "pero ¿por qué no habrían hecho eso en su casa?"

"Tal vez porque se suponía que era su hogar y no vieron la necesidad de tener que hacer algo así dentro de su propia casa", teorizó Bill.

" Realmente no me gusta el poder que tienen sobre nosotros", comentó Moody con brusquedad.

"¿Son realmente tan poderosos?" preguntó Harry con una mezcla de duda y asombro. Si eran lo suficientemente fuertes como para hacer que Ojoloco se sintiera cauteloso pero también temeroso de hacerles algo, era más como lo imaginaba Harry.

"Lo son", dijo Lupin con seriedad, respondiendo a la pregunta de todos en la sala que hicieron esa pregunta cuando Harry lo hizo, "Tenemos suerte de que hayan decidido ayudarnos". Harry se puso serio ante eso. Si eran lo suficientemente poderosos como para asustar a algunos de los magos más valientes que conocía, ciertamente no eran personas con las que quisiera cruzar. Por otra parte... Mientras su mente adolescente estaba a toda marcha, los adultos de la Orden continuaron hablando.