24 de Agosto de 1817

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"Querida Mía.

No sabes la dicha que llena mi ser en este momento.
Me enteré que estás creciendo dentro de mí y siento mi corazón lleno de alegría deseando que los días pasaran con rapidéz para tenerte entre mis brazos.
Al crecer, tendrás un título muy importante convirtiéndote en la más hermosa de todas las generaciones comenzando así, a expresarte todas mis deseos:
Añoraría verte crecer para observar cómo te conviertes en la mujer de álguien que tenga el espíritu para amar a su Pueblo y defenderlo, ver como vas tomando el papel de una madre cariñosa y dedicada con sus hijos. La simple imagen me hace derramár lágrimas de emoción...
Mi única y más grande preocupación es saber si podrás soportar el peso del deber que llevarás sobre tus hombros.

Puede que esto sea precipitado, pero una madre no puede evitar las cosas que ocurrirán en el futuro, eres nuestra hija y junto con tu hermano, mi gran adoración.

Te amo cariño, tu padre y yo estamos ansiosos por conocerte.
Ya quiero presumirte pronto

Te amo siempre
Mamá"

Doblé la amarillenta hoja con los ojos empañados, y sonreí.

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