Los chicos de la banda.

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—Entonces, Damn Heart —fue una de las primeras preguntas de la señorita Bai en la entrevista— todos, queremos saber cómo se conocieron.

Jingyi resopló antes de responder— Lo hemos dicho varias veces.

Zizhen le dió un codazo y le sonrió a la mujer.

—Creo que fue cuando nos presentaron, en el mismo estudio... —se llevó la mano al regazo, tratando de recordar, Jin Ling que estaba jugando con sus dedos lo interrumpió.

—Oficialmente sí —hizo una mueca—, pero realmente nos vimos en un concurso.

Jingyi saltó en su silla cuando el recuerdo llegó a él, sorprendiendo a Zizhen, ambos miraron a Jin Ling con los ojos abiertos.

—¡Es cierto!

—Interesante —la mujer sonrió de lado y el labial rojo se hizo más notorio, al ser una entrevista exclusiva claro que ella quería saber la verdad detŕas de cada detalle de la banda—, entonces ¿Cómo se conocieron realmente?

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El calor dentro del auto era sofocante, Jin Ling bajó un poco la ventana para dejar entrar el aire fresco y el ruido que hizo fue suficiente para que su tío le echara una mirada.

—Ya casi llegamos —le dijo, como si no lo hubiera hecho ya otras tres veces en los últimos minutos.

—Lo sé —se recostó contra el vidrio, la avenida concurrida se había despejado un poco y lograron moverse hasta entrar en el estacionamiento del edificio alto edificio, lo primero que el tío y sobrino vieron fueron las grandes letras en el jardín con el nombre del lugar, Estudios Qinghe.

Qinghe era una productora músical, poco tiempo atrás habían lanzado una convocatoria para reunir a los talentos más frescos y jóvenes a nivel nacional, Jin Ling había estado esperando esa oportunidad por meses, así que grabó un vídeo y lo mandó, resultó ser uno de los 100 elegidos para hacer la audición presencial.

Mientras escuchaba a su tío presentar la ficha a los guardias de seguridad, cerró los ojos.

Mamá, estoy aquí.

Cuando los abrió de nuevo, ya habían aparcado.

Su tío soltó el volante y giró a mirarlo, Jiang Cheng era una persona de temperamento difícil, Jin Ling, que había pasado más de la mitad de su vida con él estaba muy conciente de eso, así que no se movió, esperando lo que fuera que su tío le quisiera decir.

—No puedes decirle nada de esto a Guangyao —Jiang Cheng frunció las cejas, el tono amargo de su voz indicaba que de nuevo había tenido una pelea con él, pero Jin Ling no quería arruinar su humor pensando en los problemas y peleas de sus tíos. Luego su tono se suavizó un poco— Te esperaré aquí, sé el mejor.

Jin Ling asintió y bajó del auto, el lugar oscuro estaba iluminado con unas lámparas cuadradas que lo guiaron hasta el ascensor, el gafete en su cuello se volvió pesado cuando se miró a través del espejo del pequeño compartimiento.

La inseguridad lo golpeó en mal momento, miró su rostro asustado y se odio así mismo, compuso una mueca de suficiencia.

Está bien.

Esto es lo que quieres.

Y no había tiempo para dudas.

El elevador se detuvo en el primer piso, él debía ir al cuarto, así que se quedó parado sin echarle una mirada a las personas que entraron a su lado.