The DEVIL [Jongsang ]

cap 1

Haz hablado con Lee Soo Man? - Me preguntó y giré a verlo y sentí como mi frente se arrugaba ante la exasperación que él ya me había provocado-
¿Me ves cara de haberle preguntado? - Le respondí y puso los ojos en blanco ante mi mala respuesta- Estas en abstinencia ¿No?
- Contratacó y volvió a teclear en la computadora. Teníamos que terminar un trabajo para Lee Soo Man y apenas vamos por la mitad. Creo que ya me había bebido unas 5 cervezas el sabor a la cebada lograba calmarme-
Wooyoung es de esos amigos que ya no se encuentran fácilmente. Llevamos viviendo juntos aproximadamente 2 años, nos conocimos en la universidad en una de esas típicas fiestas locas de universitarios, de hecho, fue con él con quien salí del closet. Ahora hemos conseguido un empleo en el centro de Seúl, dentro de la industria del entretenimiento y no podíamos desaprovecharlo.
¿Podrías mover tu lindo trasero y ayudarme? -Preguntó a lo que con algo de flojera me acerqué a él observando la pantalla brillante de ese computador mientras soltaba un suspiro- Los números del consumidor final están mal - Dije apretando los dientes de lo frustrado de lo que ya estaba- ¿Podrías encargarte? Yo ya no doy más. - Dicho esto se levantó de la silla dejándome allí por lo que terminé tomando asiento y me puse a ver bien aquellos números comenzando a hacer cuentas en mi cabeza-
¿Qué necesidad tengo yo de pasar por esto? Soy un hombre perfectamente exitoso que con sus pocos años tiene todo para ser grande en la vida. ¿Qué necesidad tengo de rebajarme hacer trabajitos idiotas a ese viejo bueno para nada que ni siquiera puede liderar bien su agencia de lo viejo que esta? Creo que estoy demasiado estresado, aproximadamente hace veinticuatro semanas que no tengo sexo lo cual es básico y necesario para la vida, ya que para ningún hombre es suficientemente la auto masturbación. Y sí, por supuesto que necesito de buen sexo, ya que es capaz de sacarme los dolores de cabeza más intensos y no lo tengo en este momento.
Terminé -Le dije a mi amigo y él se levantó del sillón dejando la cerveza a un lado-
¡Gracias a Dios Kang! - Dijo mientras iba acercándose a mi para observar el trabajo ya hecho-

Mi nombre es Kang Yeosang tengo 22 años y soy un hombre independiente, sociable cuando estoy en confianza y callado cuando empiezo a conocer a las personas, un testarudo. Ser honesto se volvió en mi algo atrevido y por lo que me han dicho, es lo que les atrae de mí ya que todos los hombres con los que he estado me lo han dicho, y el día de hoy se cruzó por mi cabeza hacer algo para mi bien, algo para mí.
Voy a ofrecerle mi alma al Diablo a cambio de tener todo en la vida los que aun desee tener aun no estoy seguro.
¿Wooyoung? -Lo llamé y se giró viéndome atento- ¿Qué pasa? - Contestó a loque con una media sonrisa y con la mayor calma del caso le dije- ¿Qué pasaría si un día decido venderle mi alma al diablo?
Wooyoung miró la cruz que colgaba en una pared, él no era muy religioso pero ciertos temas relacionados con Lucifer lo aterraban así que era capaz de ponerse a rezar todas las plegarias posibles.
No llames a la oscuridad Yeosang, y cancelo lo que dices - Me dijo tocando su pecho izquierdo, eso significaba deshacer los que estaba dicho- ¿Qué tiene de malo? - Le pregunté de forma divertida a lo que él no tardó en responder-
Sabes lo que pienso. Prefiero tener al ángel de la muerte en frente que al señor rojo -Me reí por lo bajo poniéndome de pie sin dejar de verlo- Pues escúchalo bien, le venderé mi alma al diablo por algo que no defino bien.
¡Cállate! - Me dijo fuerte y me eché a reír con ganas- ¡Ay Wooyoung! ¿Qué puede pasar? ¿Se me va a presentar en un callejón o algo? -Pregunte divertido y mi amigo me negó con la cabeza- Nunca subestimes lo que no conoces Yeosang. Nunca. -Fue lo último que dijo en esemomento y fue hacia la cocina-
La noche se había hecho larga, vivir en el centro de Seúl no es los más recomendado para personas que sufren de asma y ese tipo cosas, hay mucha aglomeración la cual agota y sofoca ya que hay bares y sectores turísticos. Vivíamos en un departamento agradable, pero de un tiempo acá se estaba volviendo algo pequeño.
Desperté al sentir el ruido del maldito tren que pasaba todas las mañanas y a la misma hora, casi a 5 metros del departamento, me levanté de la cama y fui al baño para darme una refrescante ducha. Desperté a mi amigo y partimos hacia el trabajo al poco.
Tengo que ir por el señor Lee, nos vemos en la oficina - Dijo despidiéndose con un choque de brazos-
Cruzó la calle y yo seguí de largo. Antes de continuar con mi recorrido habitual, me detuve en un Starbucks a comprar el café de todas las mañanas. La calle estaba bastante desolada a esta hora lo cual era extraño, mi corazón empezó a latir más rápido al percibir que alguien me estaba siguiendo. Me di vuelta, pero no había nadie así que seguí mi camino, Apuré mis pasos. Esto se estaba volviendo algo malo. Doblé por un callejón así cortaría camino, mi respiración se agitó al sentir la presencia de alguien allí, me di vuelta para mirar atrás y nuevamente no había nadie, me giré para para así empezar a caminar más rápido.
¡Ay, por el amor de Dios! -Dije por la impresión al chocar con alguien de frente-
¿Porque siempre lo nombras a Él? -Preguntó- Como si Dios estuviera presente.
-Me alejé un poco y lo observé a detalle, estaba perfectamente vestido de negro, con chaqueta negra de cuero, camisa blanca y... ¿Cómo decirlo sin sonar idiota? sus ojos oscuros lo cuales combinaban perfectamente con su cabellera roja y brillante. -
¿Quién eres? - Pregunté después de varios segundos de observarlo, a lo que él sonrió-
Hola precioso, me dijeron por ahí que ayer me estuviste nombrando - Dijo y fruncí el ceño, el seguía sonriendo su mirada era intimidante, debía admitirlo había quedado hipnotizado completamente ante eso-
¿Qué? - Le pregunte de una manera inexplicable tratando de volver a mi mientras que él se ponía a un lado de mí.

-Un gusto, Soy El Diablo.