Wang Yibo de 17 años es problemático, desmotivado, descuida sus clases y preocupa a sus padres quienes toman una desición que cambiará su vida.
Xiao Zhan de 17 años es muy estudioso, tranquilo y siempre busca ser positivo a pesar de tener que aguant...
Sábado al mediodía, Wang Yibo se despertó y estaba sentado en el sofá viendo televisión con un tazón de cereal en las manos.
- Yibo, el almuerzo está en la estufa.
- Se me antojó esto mamá.
- Bueno, queremos ir de compras, ¿Nos acompañas?
- Mmm... no, mejor me quedo.
- ¿Qué harás hoy?
- Aún no lo sé.
- ¿Y tú amigo?
- Está enojado.
- ¿Por qué? Qué pasó?
Wang Yibo no contestó, solo movió sus hombros en señal de que no sabía mientras le movía al control de la televisión y cambiaba de canal.
Su madre estaba revisando que en su bolsa estuviera lo que necesitaba, lo miró y quiso acercarse a decirle algo cuando el señor Wang bajó las escaleras e interrumpió el momento.
- ¿Estás lista?
- Si.
- Yibo, regresamos más tarde, no te metas en problemas.
- De acuerdo papá.
Los señores Wang salieron de su casa y apenas cruzaron la puerta Wang Yibo se desparramó en el sofá para continuar viendo la televisión.
Después de un rato fue a la cocina a ver qué más había de comer, agarró un plato y apenas iba a servirse cuando el timbre de la puerta sonó, hizo un gesto, ¿Quién podría estar tocando?
Sonó de nuevo y dejó lo que estaba haciendo para ir a abrir la puerta, su corazón casi salta fuera de su pecho cuando vió a Xiao Zhan frente a él.
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- Hola Yibo.
- Zhan.
- Mira, entiendo que quizá debes estar enojado conmigo por lo de ayer, siento mucho haber actuado así y quería...
No esperó a que terminara de hablar, lo jaló inmediatamente adentro y cerró la puerta, Xiao Zhan sonrió porque eso significaba que no lo estaba.
Wang Yibo lo miró por un momento y después lo atrajo para abrazarlo fuerte como si no lo hubiera visto en mucho tiempo, Xiao Zhan correspondió, se sentía tan bien estar en sus brazos, luego se apartó sin decir nada, lo tomó de la mano y lo llevó arriba a su habitación.
- Yibo espera... Y, ¿Tus papás?
- No están.
Entraron y cerró la puerta, Xiao Zhan estaba parado frente a él con una dulce mirada, Wang Yibo se acercó despacio, tomó en sus manos su rostro y unió sus labios a los de Xiao Zhan mientras este ponía sus manos en su cintura, cuando se levantó por la mañana lo menos que esperaba era verlo parado en su puerta, despegó por un momento sus labios para mirarlo, todavía con sus manos acariciando sus mejillas, era real, él había ido a buscarlo.
