Prólogo

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Tarde del jueves

El camino hacia casa era una rutina, cómoda pero aburrida, inmejorable y que tampoco podría volverse algo peor.

Simplemente así paso tras paso, el sonido de mis pasos era mi única compañía y la visión de mis converse rebotando sin animo contra el pulcro pavimento era todo a lo que pendía mi poco interes.

Si pudiera desear algo, seria escapar.

Odio esta mierda

El sonido del móvil me sobresalta y rápidamente escarbo en mis bolsillos delanteros hasta que doy con él y lo levanto para contestar, ni siquiera miro el remitente, simplemente descuelgo. Solo me ha de estar llamando a estas horas alguien, a cualquier hora incluso.

-Padre, diga ㅡConteste y me sentí un poco mas vacía cuando note una pizca microscópica y casi invisible de afecto en mi voz.

-Llegaremos en la madrugada del sábado, la señora Samara preparará las reacciones pertinentesㅡ. Su voz monótona me sonaba tan real.

-Bien -agrego al notar que se ha formado un extraño silencio en la llamada. Clavo mis largas uñas artificiales en mi propia mano libre tanto, que creí sangrar y me encorve en defensa.

Unos pocos segundos después y llego aquello que tanto esperaba:

-No estorbes, Lusiph

El golpe emocional ...

I DemoniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora