Capítulo 10

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-¿Qué demonios fue eso?- dijo Doyoung una vez que salió del baño, percatándose que el castaño ya no se encontraba en la habitación.

Nervioso, pasó su mano por su cabello, arreglándolo.

Decidió salir a caminar un rato, para poder despejar su mente. Esa misma mañana, estuvo luchando para no abalanzarse a Jaehyun. Cada día tenía más y más ganas de besarlo, de abrazarlo, de reír con el. Nunca se imagino que un fin de semana con el castaño, le haría salir a relucir tres años de sentimientos negados.

Antes de salir de la habitación, encontró una nota de Jaehyun.

Do, iré a correr un rato, desayuna algo, no creas que no me di cuenta que no comiste nada.

Ten un lindo día

Jaehyun.

-Huh- dijo con una pequeña sonrisa, mientras leía - Que lindo.- tomo la nota y la guardo en su maletín, fuera lo que fuera, cuidaría de esa nota.

Con el ánimo a tope, el pelinegro salió de la habitación y se dirigió al jardín, para encaminarse un poco hacia el bosque.

Nunca le había gustado la naturaleza y el medio ambiente o todo lo que tuviera que ver con el aire libre, pero se encontraba de un excelente humor, así que pensó, ¿por qué no?

Iba tan feliz, que comenzó a tararear una canción que estaba de moda.

-Mmmmmh, mmmhhh- tatareaba felizmente,- si, tatareaba Mmmh de Kai, era su placer culposo- caminando a paso rápido y de vez en cuando, dando una que otra vuelta o moviendo las manos.

Llevaba caminando al menos unos diez minutos, cuando escuchó una melodía algo extraña.

-¿Qué demonios ? - dijo en un pequeño susurro. No era común encontrar en medio del bosque una melodía, y sobre todo, de ese estilo tan raro, era tipo, música de tribu. De repente, escucho una voz femenina, haciendo ruidos extraños- Pero...-  dijo extrañado y ya un poco temoroso, aún así, no evito que su curiosidad fuera más grande, así que, comenzó a caminar hacia donde provenía la melodía, cauteloso.

Una vez que llegó a la fuente del sonido, se topó con una mujer extraña, tenía como una manta con diseños extraños y coloridos en ella.

-Doyoung, hijo!- dijo la voz de la mujer, cuando cruzó miradas con Doyoung, que hasta ese entonces, pensó que había sido muy cauteloso y que no había notado su presencia.

-¿Quién es usted? ¿Como sabe mi nombre?- preguntó espantado, manteniéndose en su lugar, junto a un árbol.

La mujer se retiró la manta del cuerpo, y por fin, el pelinegro pudo ver su rostro- Soy yo! La abuela Minsuk!- dijo alegremente la abuela, con una sonrisa en el rostro.

Doyoung soltó un suspiro, nadie lo iba a secuestrar y mucho menos a matar. Tenía que dejar de ver tantos documentales de homicidios.

-Hola, abuela- dijo sonriendo acercándose lentamente- Ehm, ¿qué hace?

-Agradeciéndole a los dioses por ustedes! - dijo felizmente, comenzando a moverse- Hazlo conmigo

Doyoung vio como la abuela comenzó a hacer ruidos extraños, y bailes aún más extraños.

-¿Que debería decir?- pregunto inseguro, aún parado sin hacer nada-

La PropuestaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora