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7:00 AM
- ¡Buen día chicos!, es hora de despertarse.
- Otra vez el pastor y su megáfono - Pensé entre sueños.
Rápidamente me puse de pie y desperté a azul, este iba a ser un largo día, por lo tanto ya era hora de prepararnos para salir.
- Azul levántate, no tenemos mucho tiempo.
- Déjame unos minutos mas, ve entra tu primero a ducharte.
Tome mis cosas y comencé a prepararme. Azul seguía dormida, y yo no me podía resistir, estaba aun mas nerviosa.
Termine de arreglar mis cosas y baje a desayunar. Casi todos estábamos muy cansados pero la emoción de estar allí juntos predicando y haciendo la obra de Dios, nos hacia estar de pie y animados.
El primer lugar que visitamos ese día fue la escuela de la iglesia.
Los pastores tenían esa escuela como un ministerio para niños menores de siete años, a los cuales a parte de enseñarles los conceptos básicos que enseñan en todos los centros educativos, los instruían con la palabra de Cristo.
Elie, uno de mis compañeros, comenzó con el programa. Como eran niños muy pequeños tratamos de que todo lo que íbamos a hacer ellos lo pudieran entender.
Yo estaba sentada en el fondo junto a Azul, hasta que escuche que Elie me llamaba.
- Fernanda, Yud y Marshall por favor pasen aquí al frente para hacer un juego con ellos.
De una manera mecánica las tres nos miramos al mismo tiempo, con un signo de interrogación en la cara. Sin mas que decir, pasamos al frente y Elie comenzó a explicar el juego. Los niños tenían que dar vueltas y después abrazar a una de nosotras. Cuando el juego termino, me habían abrazado mas de ocho niños.
Todo esto me asombraba cada vez mas. Ellos sin conocerme me abrazaban con tanto cariño, que a decir verdad yo nunca lo hubiera hecho.
Mas tarde fuimos a la misma escuela del día anterior, pero esta vez con niños de seis a nueve años, entonces hicimos algo muy similar a lo que hicimos en la escuela de la iglesia.
Lo mejor del segundo día era que ya conocíamos el lugar y todos los nervios se habían ido. De esa manera podíamos ser nosotros mismos y todo nos salia mejor.
11:00 AM
el cansancio nos invadió, teníamos unos minutos libres antes de comer, así que, como el día anterior fuimos la iglesia otra vez a descansar y a compartir con Amele. Luego fuimos a comer y después nos dieron una hora para descansar un poco mas en el hotel.
2:30 PM
Era hora de irnos. En el programa decía algo denominado ¨Predica Express¨. Yo no tenia la mas mínima idea de lo que significaba, pero yo sabia que cualquier cosa pasara iba a ser porque Dios así lo había permitido.