Llegue a casa y todos me esperaron alegres de verme. Yo estaba super cansada, pero aun así logre contarles las cosas mas impactantes y emocionantes del viaje. Hasta que unas horas después , Azul y yo estábamos tan cansadas que nos quedamos dormidas en el sofá.
Al otro día, logre contarles todo a la perfección con lujo de detalles y esto provoco mucho gozo en mi familia. Todos estaban sorprendidos de mi reacción y de mi cambio, y aunque muchos de ellos pensaron que esto iba a ser algo temporal, les he demostrado que Dios ha transformado mi vida.
Di mi testimonio en la iglesia, y días después acompañe a mi padre a una iglesia fuera de la ciudad donde también di mi testimonio, y pude orar por una joven que había intentado suicidarse.
Desde el viaje Dios comenzó a usarme en gran manera. Cambio mis llanto por gozo y cada día me llena mas con su poder y su Espíritu Santo.