Crisálida JohnDo

6.

Al principio fue raro, Johnny no sabía por qué Doyoung se comportaba así, normalmente él era silencioso y meticuloso, trataba de no destacar demasiado, pero desde que se había caído de las escaleras estaba un poco extraño, hablaba casi gritando y siempre lo miraba fijamente. 

No recordaba nunca haber encontrado su mirada con él, pero ahora en todo momento se miraban mutuamente y era algo lindo, pero le inquietaba, quería saber qué pasaba por su cabeza. 

Eran compañeros hace más de un año, pero en la última semana habían hablado más de lo que nunca ni siquiera se habían acercado, una parte suya se emocionaba por poder estar tan cerca de Doyoung, pero en alguna parte de su corazón sentía que algo estaba pasando. 

—¿no crees que Doyoung y Sicheng estan algo raros?—le preguntó a su mejor amigo que todavía miraba sus zapatillas barridas por Sicheng. 

—si con raro te refieres a que Sicheng me odia y en cualquier momento me asesinará, sí, están un poco raros. 

—ellos... están más habladores—comentó Johnny, caminando a la par de Jaehyun. 

—no lo sé, ellos perdieron un tornillo, sigo escuchando a Sicheng murmurar sobre viajes en el tiempo y siempre canta canciones que no son ... reales—lo último lo dijo con duda, pero Johnny había notado eso también, había oído a Sicheng mencionar algo sobre viajar en el tiempo. 

Pensó en la posibilidad y le pareció una buena trama para algún libro interesante, sobre un chico bonito e inteligente arrepentido de su pasado,  deseando cambiar algo de su adolescencia, Johnny pensó en eso ¿en qué podría un chico así querer cambiar de su vida?

Se rio torpemente al imaginar que una persona linda e inteligente pudiera simplemente viajar al pasado porque algo salió  mal en su adolescencia, algo como el amor. 

Bueno, él no se consideraba precisamente lindo o inteligente, pero si tuviera la posibilidad, entonces viajaría al pasado y confesaría sus sentimientos por Doyoung, porque estaba seguro de que hoy o mañana catorce no se atrevería a hacerlo. 

Con ese pensamiento en mente, Johnny llegó al día de San Valentín ¿realmente no se atrevería? si sabía el tipo de pensamiento que podría tener en el futuro, entonces ¿de verdad no lo haría? aun sabiendo como se sentiría ¿todavía perdería su oportunidad de hacerlo a tiempo?

Estaba lloviendo y Johnny llegó primero al instituto, vio el casillero de Doyoung y escribió una rápida carta, nervioso y con manos temblorosas la dejó en el casillero en donde ya otras personas decidieron confesar sus sentimientos. 

Doyoung se comportó indiferente, apenas le habló o lo miró, haciéndolo sentir asustado ¿y si leía la pequeña nota y sentía repulsión?

La sola idea le dio terror. 

Pero el hecho de que Doyoung ni siquiera revisara sus cartas y regalo le dolió más, parecía no estar interesado en el amor o en los sentimientos de los demás. 

Así que esperó a que se fuera para poder sacar su carta, se sintió un chiquillo, ni siquiera había puesto su nombre en ella y cuando logró tomarla, Doyoung estaba allí, atrapandolo justo en la escena del crimen, intentó retroceder, quiso huir, pero Doyoung lo atrapó de inmediato, quitándole la nota de las manos, leyendola delante suyo. 

La necesidad de llorar y desplomarse lo invadió, no así, no era así como quería confesarse, viéndose como un cobarde que tenía un amor vulgar. 

—lo siento...—se apresuró en decir, el sudor del miedo cayendo desde su coronilla—iba a sacarlo antes de que pudieras leerlo... no quiero hacer sentir incómodo—rogó, sus manos sudando, todo su cuerpo temblando—solo... olvidalo.