2.

480 154 40
                                    

—no creo que haya un herida interna, pero por si acaso ya llamamos a sus padres para que los lleven a un hospital—la doctora dijo, poniéndoles tampones en la nariz porque no dejaban de sangrar—pero caerse al mismo tiempo y sangrar la misma cantidad, dios mío, cualquiera pensaría que son gemelos. 

Sicheng rio, pero Doyoung se mantuvo serio, miró sus manos y se sintió extraño, volver a tener el cuerpo de un adolescente le pareció tan ligero e incómodo. 

—llámame—le susurró cuando estaba yéndose con sus padres, pero su mejor amigo encogió los hombros, extendiendo las manos, Doyoung se golpeó mentalmente, ellos no tenían celulares en este tiempo—mamá... 

Su madre lo miró con curiosidad y Doyoung se sintió tan descolocado, ella se veía extremadamente joven a sus ojos y llevaba el cabello más oscuro—¿qué ocurre, Doyoung? ¿te duele algo? tienes que tener más cuidado, siempre vas de la mano con Sicheng, pudieron haberse quebrado. 

—¿qué día es hoy?—preguntó luego de tragar saliva. 

Ella palideció, tocándole la frente—¿perdiste la memoria?

—no... mamá... solo dime la fecha—susurró, lamiendo sus labios resecos. 

—hoy es... 12 de febrero de...2009.—su madre le abrió la puerta de un viejo auto, mirándolo con curiosidad—¿estás seguro de que estás bien? sube, iremos directo a la guardia para que te hagan una tomografia, esto saldra un poco costoso, lo pagarás con los ahorros para la universidad. 

Doyoung sonrió, sentándose en el asiento trasero, mirando desde el retrovisor a su madre—¿entonces todavía no podré tener un celular?

Ella rio, empezando a conducir—parece que eres bastante consciente de ese celular, no, todavía no tendrás un celular. 

—pero todos tienen uno—respondió con diversión, riendo y haciendo reír a su madre también. 

En el hospital le dijeron que no intentara no dormir hasta la noche, aunque no encontraron ningún síntoma de lo cual preocuparse, sin embargo, notaron unas temperaturas extrañas en su cuerpo, asi que le sugirieron regresar al hospital si tenía fiebre. 

Su madre regresó con él a la casa y empezó a preparar el almuerzo, Doyoung recorrió la casa de su adolescencia, sus padres la habían vendido cuando Gong myung se casó, encontraron un lugar más pequeño y con el dinero que les sobró pagaron la boda de su hermano mayor, Doyoung nunca pensó que regresaría a este lugar. 

Le gustaba bastante, cuando sus padres la vendieron se sintió traicionado, pero no pudo decir nada, ya tenía veintidós años y vivía en los departamentos de la universidad, casi no pasaba tiempo en su hogar. 

La nostalgia lo invadió por un momento, recorriendo la casa y sus habitaciones, entrando a su cuarto luego de tantos años, tenía libros y cómics por todas partes, había juguetes y rompecabezas, sonrió con ternura cuando se sentó en su escritorio y vio el nombre de Johnny tallado en la madera, lo trazó con la yema de sus dedos y recordó el día que lo lijó para borrarlo, pero ahora estaba de regreso también. 

Sin embargo ¿no era todo esto demasiado extraño?

Doyoung bajó las escaleras corriendo y su madre le gritó—¡¿acaso quieres caerte otra vez?!

—¡mamá! ¡usaré el teléfono! ¡necesito llamar a Sicheng!

—oh, dios mio, tu y Sicheng, tu y Sicheng, ambos me tienen cansada. —murmuró. —seguro que si uno se tira del puente, el otro también. 

Doyoung mordió su labio con fuerza, no podía llevarse el telefono a su cuarto, estaba colgado en la pared del pasillo y no recordaba el número de casa de su mejor amigo, pero vio la libreta verde que su madre tenía en un estante, sonrió, allí estaban todos los números de todos sus conocidos y amigos. 

Crisálida JohnDoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora