Carta de amor (Tristeza)

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                    14 de febrero del 2022.

Querido Carlos:
Hoy quiero felicitarte aprovechando este día. Por tener un motivo con la suficiente solidez para dirigirme a ti, tengo que aprovecharlo al máximo. Te escribo un mes antes, en realidad hoy es 10 de enero. ¿Recuerdas? Fue el día en que nos dimos nuestro primer beso, bajo un árbol florecido en este viejo parque.  Estoy aquí sentada en la misma piedra en que nos caímos sin querer. Carlos, ¿recuerdas el golpe que te diste? si no fuera porque querías impresionarme estrías llorando aún. Siempre me gustó de ti tu torpeza, siempre despistado y con ese cabello sin peinar. Me gustó de siempre tu sonrisa de medio lado, una mezcla de picardía y timidez. Me gustaba mirarme en tus ojos, parecía que el mundo se detenía en cada parpadeo. Eras el chico de ojos café, que me desvelaron tantas veces. Recuerdo todavía tu olor a fresco, a limpio, un olor tan tuyo que disfrutaba al máximo. A veces, cerraba los ojos y me concentraba con tanta fuerzas en nosotros que podía sentir tu aroma. Carlos, ¿ ya te pones medias? Ja ja ja, ¡chico despistado! Seguro que no. Muchachito testarudo, extrañaré siempre tus berrinches y tus muecas engorruñando la frente. Pasabas horas sin hablarme y yo sólo me sentaba a leer un libro sobre "control de la ira" justo delante de ti; claro que no te dabas cuenta hasta que te cansabas y me mirabas, las risas reprimidas eran evidentes, hasta que uno de los dos soltaba una estrepitosa carcajada. Te extraño niño loco, tengas la edad que tengas no cambies, me diste los mejores 8 años de mi vida. Si, ya sé que no querías que terminara, piensa que te libré de una carga tan grande que gracias a mi terquedad y firmeza hoy eres libre. ¿Sigues cocinando? espero sepas hacer unos espaguetis decentes al menos, muchachito, te encantaba comer pero no sabías ni freír un huevo. Tengo hoy a medida en que escribo más nostalgia de lo acostumbrado. Debe ser el clima de lluvia y de invierno. Pero sigo firme aquí sentada, levanto la vista buscando el milagro de verte aparecer, pero no la harás, porque en el fondo sé que soy parte de tu pasado y allí es dónde tengo que quedarme. No te culpo si no lees ni la mitad de lo que escribo. Para serte sincera lo estoy escribiendo más por mí que por ti. Quiero que sepas que guardo tus cartas, tus regalos, la camiseta que le pediste prestada a Damian y nunca le devolviste. Bribón te la ponías siempre que quedabamos a ver pelis en casa, ahora la traigo puesta debajo del abrigo. No tiene tu olor, me gustaría, pero luego de 2 años sin ti, hasta ella se olvidó de tu aroma. No quiero despedirme sin antes darte las gracias por existir y ser mi más grande amor. Soy una mujer feliz por vivir una hermosa niñez, por tenerte como mi mejor amigo y luego enamorarme de ti con la suficiente madurez para que me durara toda la vida; gracias a  ella por permitirme ser mujer en tus brazos y jugar juntos a ser mayores. Eres la persona que más he amado, puede que la única y eso mi querido Carlos, es gracias a ti. Me despido con un beso de pecesito ( ¿recuerdas verdad?). Tengo la esperanza que no me guardes rencor y que esta carta te llegue el día más importante de mi vida.
El 14 de febrero programé mi eutanasia, tengo cáncer fulminante y no hay solución alguna para mí. No seré una carga para nadie, por eso te dije adiós aquel triste día. Te libré de estos dos largos años, de estos babélicos días donde dormir era un alivio. Estás invitado, pero sé que no vendrás. Se despide, la persona que más amada se ha sentido gracias a ti.
Hasta siempre.
Yo.
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Los leo:😔

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