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El tumulto de carros avanzaba por la entrada de la academia. Un nuevo ciclo escolar daba comienzo, por lo tanto la llegada también de nuevos alumnos.

El internado Wang Do, un instituto solo para caballeros, era uno de los mejores planteles educativos, solo la más alta sociedad o los alumnos más destacados podían ingresar a ese instituto. Se daban becas, las cuales eran muy solicitadas  mientras que los jóvenes de familia ricas eran admitidos con facilidad a cambio de una buena suma de dinero.

Sin embargo a pesar de que muchos era niños adinerados, concentidos y caprichosos, la academia era clara desde el principio. No habría privilegios para nadie, por más dinero o de buena familia que el alumno tuviera. Por eso los padres que tenían hijos que ya no podía  ser controlados los enviaban a este instituto. Si bien no todos era así, si había un buen número de casos.

El internado contaba con buenas instalaciones, habitaciones compartidas pero cómodas y modernas, muy bien equipadas y con cerradura de tarjeta y código. Buenos equipos de diferentes disciplinas y exelentes maestros. El prestigio de este lugar era muy bueno, por lo tanto muy solicitado. Cualquier chico con un buen ingenio sabría que entrar ahí sería una gran oportunidad.

Las edades variaban entre sí, ya que la edad mínima de ingreso al plantel era de quince años, no todos entraban a la misma edad, pero si se les asignaba al grado con forme a las edades.

— Joven Seokjin ya hemos sacado todas sus cosas — avisó el chófer al chico rubio que miraba su celular. Miró al hombre y asintió con una sonrisa.

— Gracias, puedes irte — el hombre devolvió el gesto y se despidió para después marcharse.

— Ya estás aquí — la voz detrás de él le hizo girar. Yoongi estaba parado detrás.

— Oh hola Yoongi — le saludó con una sonrisa — ¿Cuando llegaste?

— Ayer por la tarde — levantó los hombros despreocupado — Ya sabes para escoger la mejor habitación.

— ¿Y? ¿Escogiste una buena?

— En realidad no, no me dejaron elegir, pero la que me asignaron no está mal. — le dijo con una sonrisa.— Me tocó al final del pasillo del segundo piso. No tendré ruido para poder dormir bien. ¿Tu ya sabes dónde te tocó? ¿O con quien?

— Aún no.

Juntos los dos jóvenes jóvenes se adentraron a las instalaciones. El año anterior compartieron habitación y de ahí surgió una bonita y peculiar amistad. Entre la personalidad sería y algo apática del chico palido y la social y amigable del rubio. Lograron entablar una buena relación, como si se conocieran desde la infancia.

Por otro lado un chico de ojos grandes desempacaba sus cosas, estaba contento por que podría ver de nuevo a sus amigos, pero algo triste por qué compartiría habitación con alguien diferente. Ya se había acostumbrado a Namjoon y Hoseok, con los que compartió dormitorio el año anterior y se habían logrado llevar muy bien. Así que ahora sería extraño para él. Observó que en uno de los espacios, sobre una cama, ya se encontraban unas cosas. Se preguntaban de quién serían.

De repente el sonido de la puerta al abrirse llamó su atención.

—¿Kook? — le nombró el chico. Él le miró y mostró una sonrisa de oreja a oreja— ¡Kook, compartiremos habitación!

— ¡Hobi! — se encaminó hasta él y le abrazó — creí que sería alguien más.

— Yo también lo creí — el chico fue hasta su lugar y comenzó a sacar sus cosas — No pensé que nos tocaría juntos de nuevo, pero me alegra.

— A mi también — se sentó en la cama frente a la del chico, el lugar del medio. — ¿Y  Nam?

— Mmm, creo que aún no llega. Aún no reviso mis mensajes así que no estoy seguro.

Un Chico Diferente  // (BTS X __)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora