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Namjoon regresaba del laboratorio de química después de haber recogido unos apuntes que necesitaba. El salón se encontraba en ala este y daba de frente con los campos de entrenamiento.

El moreno iba caminando por el pasillo y su vista fue enfocada en algo que le llamó la atención, a lo lejos logro divisar una figura, que por la oscuridad de la noche y la lejanía, no lograba verse con claridad, no estaba seguro pero le parecía conocido aquella silueta, ese atuendo holgado y el tamaño.

El sujeto se encontraba en el extremo del gran campo de juego y golpeaba los balones con fuerza en dirección al arco.

Dudoso se dirigió hacia él, bajando por unas cortas escaleras y atravesando la vereda hará llegar al campo. La silueta se hacía más visible y le extrañó que al ver por doquier no encontrara a nadie más que al chico que pateaba con fuerza el balón.

Unas luces tenues de las farolas iluminaban el lugar, pero lo suficiente para ver con claridad.
El sonido de los balones siendo golpeados resonaban en el lugar claramente mientras más se acercaba.

— Es algo tarde para que estés aquí — habló Namjoon. Max quien le sorprendió ver al moreno, pero no lo demostró, sonrió levemente.

— Lo mismo debería decir yo.

— Pero lo dije yo. — Max río quedamente y paró de patear para verle.

— Si, tienes razón. Hola Nam.

— Hola Max, no creí verte aquí a estas horas.

— Si, solo...ya sabes — suspiró— necesitaba un momento de soledad.

-— Entiendo pero— Nam miro atentamente al chico —¿Desde que hora estás aquí que aún llevas eso puesto?

— Ah, ésto— Max se miro a si mismo, arqueando las cejas levemente con sorpresa, sí aún llevaba el uniforme — Vaya si que eres observador, la verdad es que no tengo ni idea, cuando vine aquí aún habían unos de primer año entrenando — se encogió de hombros. Ambos comenzaron a caminar hacia un lateral de la cancha, hacia las gradas, justo a dónde se encontraban una máquina expendedora de bebidas y agua.

— ¿Y por qué aún no te has ido? Por lo que creo, ni siquiera fuiste a la cena — Max sonrió levemente mientras sacaba una bolsita con pañuelos para secar la fina capa de sudor que escurría por su rostro.

— Lo repito, eres muy observador, pero ya te dije quería estar un poco en compañía de la soledad y además practicar mis tiros. — se acercó a la máquina una vez llegaron y sacó dos botellas de bebidas, extendiendole una al chico.

— Gracias. ¿No era mejor cambiarte por algo más cómodo?

— Digamos que tenía prisa...— dijo Max frunciendo la nariz en una sonrisa amarga que en realidad le salió como una mueca.

— ...¿Prisa para estar solo? — Nam le miró confundido.

— Ajá — soltó con simpleza, bebiendo una buena cantidad de su botella. Nam notó que le sucedía algo raro.

— Escuché un rumor de ti hoy — le dijo, ya que a sus oídos le había llegado una noticia... Peculiar. No sabía si era del todo cierta.

— Ah — emitió Max levemente, inmediatamente su expresión cambio a una de incomodidad y amargura incluso el mayor vio algo de pesar en él — supongo que los chismes vuelan eh. Pues digamos que hubo un... inconveniente. Me metí en algo que talvez no debía y terminé dándome de golpes con Choi.

— ¿Entonces es verdad?

— Si pero probablemente no como te lo contaron, solo obtuve un golpe y solo le di dos más a Ruan y eso fue todo — río Max con aquella mueca. Hasta ese momento es que Nam se fijó en la pequeña marca en el labio y se notaba un poco un morete en la mandíbula del chico, no lograba verlo con claridad por la porca luz pero ahí estaba.

Un Chico Diferente  // (BTS X __)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora