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Las semanas pasaron con rapidez y todos estaban más adaptados al ambiente ahora.

Jimin y Tae lograron hacerse muy amigos, y también lograron estrechar lazos con sus otros dos compañeros de habitación.

Si bien Yoongi no era de socializar mucho, pasaba sus tiempos estudiando para mantener un promedio decente, componiendo, y claro, entrenado en el equipo de baloncesto. Unas  cuantas veces vio al pequeño Max entrenar y noto que ciertamente, el chico era bueno, además se lo había topado unas cuantas veces en la biblioteca y ahora le agradaba solo un poco más. Además que se topó con él en una ocasión en la que el palido tuvo que hacer un proyecto con Seokjin y al final se la pasaron hablando de deportes, ya que aunque no lo practicará mucho, a Max le gustaba el baloncesto.

Por otro lado Jungkook y Hoseok se habían vuelto muy cercanos a Max, siempre comían juntos y en el caso de Jungkook , un poco más, hacían algunas tareas juntos, ya que compartían varias clases. También se había  llevado muy bien con Tae y Jimin, pues también compartía clases con ellos.

Jungkook iba a sus clases de teatro y canto, Jimin y Hoseok asistían a la clase de danza, este último en un nivel más avanzado.

Namjoon por otro lado se concentraba en sus estudios, estaba en el equipo de pentatlón académico de la institución, pasaba sus momentos libres con Hoseok y Jungkook, cuando estos podían claro. También le habían agradado los chicos nuevos con los que compartía habitación y también Yoongi, a este último lo conocía de antes pero solo hasta ahora es que había logrado entablar un lazo amigable.

Seokjin al igual que los demás se concentraba bien en sus estudios, estaba en el grupo de teatro y le gustaba mucho también ver canales de cocina. Al igual que Jungkook y Hoseok, se llevaba muy bien con Max, pero este lazo era uno más fraternal, pues miraba al chico como el pequeño hermano menor que nunca tuvo. En los desayunos se la pasaba con ellos o con Yoongi, además últimamente había convivido con Namjoon, un compañero de clase al que casi no hablaba, pero le agradaba.

Por último estaba Max, las primeras semanas le fueron demasiado tediosas, entre las clases, los entrenamientos y las tareas, siempre terminaba cansado, además que se estaba adaptando y amoldando a la situación para que nadie descubriera su secreto. Ahora se sentía más agusto, había logrado habituarse mejor, pero eso no quitaba que no hubieran inconvenientes, como por ejemplo en los entrenamientos.

Max asistía puntualmente a todo sus entrenamientos y siempre lograba destacase un poco más que los demás. Notó algo que en realidad era muy obvio, no le agradaba a Ruan Choi, el joven le tenía una especial resentimiento a Max, no solo por lo que había sucedido en el primer partido sino también por qué simplemente no le agradaba ver la sonrisa alegre del chico. Max había notado la negativa del chico al ver cómo este se dirigía a él, siempre con una sonrisa engreída y su mirada de altivez. Cada vez que podía le hacía de menos, y si el entrenador elogiaba de alguna manera al chico, Ruan parecía irritarse. El entrenador ahora no parecía tener preferencias, o bueno no tantas, como se había visto en el partido. Hacia bien su trabajo entrenado a los jóvenes y había reconocido el talento del joven Max, pero eso no quitaba la actitud engreída y arrogante de su persona, siempre alardeaba de los campeonatos que habia ganado y de todos lo trofeos que tenía, por lo que no esperaba menos de los novatos.

Todo iba relativamente bien, o bueno eso creía Max, hasta que su peor pesadilla llegó. Cómo todas las mañanas se levantó antes que los demás, Jungkook y Hoseok roncarban levemente, Seokjin solo dormía plácidamente.

Se dirigió al baño para lavarse la cara y orinar. Cuando estaba en el sanitario notó algo en su ropa interior, una pequeña mancha roja se miraba en el boxer gris, entonces toda la soñolencia que aún tenía se le fue de golpe. Soltó un jadeo y rápidamente se tapo la boca.

Un Chico Diferente  // (BTS X __)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora