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La segunda semana de clases iniciaba, el llamado para todos los estudiantes que estaban en el equipo de fútbol soccer y a los aspirantes, fue dado. El entrenador al fin llegó después de haber tenido inconvenientes, así que a las tres de la tarde tenían que presentarse todos en el campo de entrenamiento.

Faltaban veinte minutos para la hora y Max ya se encontraba casi listo. Solo faltaba terminar de atarse los cordones.

— Entonces, ¿Irás? — preguntó el chico, aún inclinado terminado de hacer el nudo . Estaba sentado en el sillón de la habitación.

— Sip, ya te dije — contestó sonriente Jungkook mientras le observaba.

Conforme los días transcurrieron, compartieron varias clases, ya que sí iban en el mismo grado de estudio. Ahora comenzaban a tener mejor confianza y a Jungkook le agradaba tener un amigo como Max. Se daban cuenta que el chico era muy amable y amigable con cualquiera. Eso muchas veces podía provocar problemas o que alguien quisiera aprovecharse de él, lo que inexplicablemente le hacía querer protegerlo, como si fuese su hermano menor aunque tuvieran la misma edad.

— Tae y Jimin también irán. — comentó Max, colocándose en pie y mirando sus tenis deportivos.

— Oh — fue lo único que emitió el azabache. Cierto, Max había hecho otros dos amigos, solo los había visto, pero no cruzó palabras aun con ellos. No le desagradaban pero tampoco tenía mucho interés.

— Les demostraré como lo hace un genio — guiñó un ojo, se dirigió para mirarse en el espejo. Jungkook solo río.

El chico llevaba una medias largas de color negro, sus zapatos eran de un naranja chillón, y sus uniforme era de color negro y azul, además de que le quedaba grande. Jungkook se fijó en eso.

— ¿Seguro que es tu talla? ¿No se habrán confundido?

— N-no — respondió el chico, un tanto nervioso, pero sabía que hacer; evitar o desviar preguntas — Además así me gusta. ¿Sabes que hora es?

Jungkook revisó la hora en su teléfono. Max suspiro con alivio.

— Faltan 10 minutos.

— Bien, entonces vamos.

Max tomó su mochila de entrenamiento y junto con Jungkook se encaminaron hasta el campo de entrenamiento.

Mientras se dirigía allí, el chico envío un mensaje a Jimin y Tae para avisarle que ya estaba por ir a entrenar.

— Dice que ya va— anunció Tae a Jimin. Quien salía recién del baño.

— Bien, ya quiero ver lo que hace ese pequeño.

— ¿Pequeño? — inquirió burlón el castaño — Si son de la misma estatura.

Jimin lo miro con indignación pero no replicó. Ambos salieron y se dirigieron por los pasillos. La hora de la comida ya había pasado y los alumnos que tenían otras clases o estaban en algún programa como Max, tenían que continuar con su horario. Jimin entro en el grupo de danza que se daban las clases los lunes martes y jueves, mientras que Tae entro en el grupo de música, pero el director de música tuvo un percance y sus clases comenzarían la siguiente semana.

Al llegar a las gradas vieron a lo lejos a un grupo de chicos uniformados. Era todos los miembros de equipo de fútbol. Al acercarse más y acomodarse lograron divisar al chico delgaducho y con ropas holgadas.

Max se encontraban junto con los otros principiantes haciendo estiramiento mientras el entrenador llegaba.

— ¡Hey, Max! — le llamó Tae, obteniendo la atención del chico que inmediatamente volteo y sonrió al mirarlos. Levantó la mano y saludo efusivamente. Momentos después el entrenador llegó y comenzó a hablarles.

Un Chico Diferente  // (BTS X __)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora