Cuervo (Itanaru)

Capítulo 6

Estaba esperando a que la abuela Tsunade saliera de la junta con el consejo, mientras recordaba como hace unas horas se habían besado Itachi y él, no podía dejar de sonreír enamorado.

Cuando la hokage salió de la sala, lo vio, se sorprendió. Tomó sus cabellos rubios, los sobó con su mano en un gesto maternal -por fin encontraste a alguien para ti Naru?- El rubio la vió desvío la mirada avergonzado- de qué estás hablando abuela?- soltó sonrojado y tembloroso -si te hace feliz, me agrada, cuando termine todo esto de la guerra, quisiera que lo presentaras formalmente, en ausencia de Jiraiya, debo verificar que sea un buen chico el que esté a tu lado!- el rubio abrió los ojos descomunalmente- por favor Naru, siempre me mantuve en contacto con Jiraiya, no te preocupes, sabes que puedes confiar en mí- Naruto sonrió, la abrazo- gracias abuela!-

Tsunade sonrió -bien, Naruto vamos con Kakashi a la oficina, necesitamos hablar de otros temas- ya entrando ambos se colocaron al frente del escritorio - Naruto, necesito que te dirijas a Kumo con un equipo de apoyo, allá te dirán el objetivo de la misión- el rubio dejando a un lado su máscara juguetona agudizó sus ojos, haciendo recordar a ambos mayores a su padre Minato, ellos querían proteger al rubio mientras la guerra comenzara, lo mejor era esconderlo -así que quieren esconderme mientras la guerra se da?- dejó a ambos con la boca abierta - supongo Ero sennin te hablo del acuerdo que tenía con Hiruzen jiji y él - la rubia estaba contrariada ya que no sabía a qué se refería, negó con la cabeza- bueno, mientras existiera Danzo, tenía que mantener un perfil, cómo decirlo "Bajo"- parpadearon sorprendidos, Kakashi se animó a preguntar - a qué te refieres Naruto?- el rubio suspiró con fastidio -a qué ahora ya no existe Danzo, puedo dejar de ser el idiota que todos creen que soy- Tsunade se levantó angustiada - estás diciendo que esa par de viejos idiotas te pidieron fingir ser el último muerto? -La respuesta que recibieron los dejo sin palabras - si-

-Hiruzen jiji temía por mí, su control en el concejo estaba colgando de un hilo y Danzo estaba rebasándolo, por lo que habló conmigo cuando tenía 7 años, me hizo ver cuánto daño podía hacerme Danzo si veía que tenía potencial, podía terminar como su arma, sin sentimiento alguno- ambos entendieron - si les digo esto es porque quiero que me dejen de tratar como un idiota, para qué me quieren esconder?- ambos asintieron, decidieron hablar con la verdad - los demás kages quieren esconderlos mientras la guerra pase y Madara no consiga su objetivo, pero yo tengo otro objetivo - el rubio y kakashi la observaban- quiero que ganes la confianza de Killer Bee, que acepte ser tu sensei, a él se le conoce como el jinchuriki perfecto, domina al 100% a su biju- Naruto abrió los ojos sorprendido, emocionado - asintió muchas veces- la hokage y kakashi estaban felices de ver qué esa parte bromista y divertida seguía, lo único que había cambiado era su inteligencia -tu viaje estaba planeado para dos semanas rodeando los mares para despistar, más dos semanas más de entrenamiento si logras convencerlo-  el rubio aceptó- la fecha del comienzo de la guerra será dentro de cuatro semanas exactamente, te vas en dos días- el rubio aceptó, pero antes de irse- acepto este mes, pero cuando la guerra inicie, no prometo quedarme quieto, no puedo permitir que otros peleen por mi y pierdan sus vidas, mientras yo estoy ocultó; si lo hiciera, ese no sería yo- ambos sonrieron, la vieja habló- tendrás que entender que si me mandan a detenerte, no puedo negarme- el rubio aceptó con la cabeza, salió, creó un clon, se perdió a su destino.

…..

Momentos después, entró y se sentó junto a su pelinegro, le dió un beso en la mejilla, le sonrió tiernamente - cómo te sientes?- el azabache abrió los ojos con sorpresa, se sonrojó un poco -mucho mejor, espero mañana poder empezar a entrenar, porque todo este tiempo atrofió mi fuerza física, con quince días pienso estaré a mi cien- el rubio sonrió en grande - qué bueno! me da mucha emoción verte recuperado!- el Uchiha asintió - cómo te fue con Tsunade-sama?-

El rubio le contó todo lo que habló con su sensei y abuela- me da gusto que te apoyen ambos, me preocupa bastante qué este planeando "Madara", si tengo que participar en la guerra, lo haré, pero prefiero evitar que me vean, quiero ser libre un poco más para estar contigo- sonrió - el rubio saltó sobre él abrazándolo, recargando su mejilla en su fuerte pecho - sabes? tengo que irme en dos días, pero no quiero dejarte- el rubio hizo un puchero de lo más adorable que le encantó ver al azabache.

-No te preocupes Naru, te buscaré cuando inicie la guerra, te cubriré desde las sombras- Naruto se sonrojó por como lo llamó el azabache, se alegró por lo que dijo- gracias Ita - logrando el mismo efecto en el otro, el cuál colocó su rostro en el cuello del rubio abrazándolo protectoramente- Naruto recibió una descarga eléctrica al sentir como respiraba su aroma el azabache sobre su cuello y cabello, él hizo lo mismo en su pecho.

Itachi siguió absorbiendo el aroma del rubio, comenzando a dejar pequeños besos sobre el cuello con camino a sus labios, el rubio podía sentir la tensión entre ambos, cuando comenzó a besar su cuello, lo giró un poco para darle acceso al Uchiha de explorar, hasta que lo sintió en sus labios, el azabache tomó con una mano su nuca, lo acomodó para besarlo cálidamente, el beso empezó deliciosamente lento, mientras con la otra mano jaló al rubio, lo colocó a horcajadas sobre él, el rubio colocó sus brazos alrededor del cuello del Uchiha profundizando aquel intercambio, el mayor mordió su labio inferior para tener acceso a su boca, introdujo su lengua saboreando cada rincón del rubio, cuando el aire les hizo falta, pudo observar la imagen más erótica y hermosa que pudo tener, el rubio con los ojos semi abiertos, un poco brillosos y húmedos, las mejillas sonrojadas en extremo, los labios hinchados y rosados entreabiertos esperando por más, con un poco de saliva en ellos, no pudo evitarlo, su miembro se terminó por endurecer consiguiendo un gemido de su pareja, le pareció muy excitante, retomó el beso, pero está vez introdujo su mano derecha entre la ropa del rubio sintiendo su piel bajo está, con la otra mano acercó la parte baja del rubio a la suya, por un momento olvidó que su cuerpo estaba bastante débil, terminó por gruñir de dolor, Naru entendió, lo recostó, el azabache creyó que su sesión de amor había terminado, puso el brazo en los ojos para tratar de tranquilizarse.