3 | Malos comienzos...

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CAPITULO 3 | MALOS COMIENZOS
Y
DESACUERDOS.


M.

Amo a Pelusa.

Nunca pensé que tener una mascota fuera tan terapéutico y Jamás me imaginé que Pelusa se convertiría en algo más que una simple mascota, aunque aveces me estresa un poco.

Pero ahora, en estos momentos mientras la veo jugando con Canadá  me provoca demasiada ternura, momento digno de una fotografía.

Amo este momento, los amo...

Osea, a Pelusa.

Amo a Pelusa.

—Había olvidado la energía que tiene este copo de nieve. —dice

—Sip. Nunca se cansa.

—Ha crecido mucho, la última vez que la vi entraba a la perfección en mi mano.

—Sip, ya está grande. —ríe.

Maldición, ¿Puedes dejar de repetir lo que dice?

—Mexique.

Acepto.

—Mande.

—Sobre hoy... digo. Hmmm. —deja de hablar para formular lo que dirá.

—No quiero sonar, ¿posesivo? O con el derecho de decirte que hacer con tú vida, de verdad que no es mi intención. Lo que trato de decir es que los europeos no me agradan y el hecho de que estés cerca de uno no me gusta para nada. 

Tan lindo. Siempre...

—Se cuidarme solo, gracias.

—Lo sé, no quise decir eso... uhm, lo siento.

—Agradezco tu preocupación. Pero, no te preocupes mucho por mi, ¿Sí? Se lo que hago.

—Prométeme que a la primera que te sientas incomodo o sea Grosero contigo dejaras este esta estúpida idea.

—Lo prometo.

—Te conozco.

—Me conoces. —afirmo.

—Lo digo en serio, no me agradan.

—Dejemos el tema. —le digo

Niega.

Me acerco, tiene cargado a Pelusa como si de una bebé se tratase, acerco mi rostro y le dejo un pequeño beso en su mejilla.

—Dejemos el tema —repito.

Que bonita familia Pelusa, lastima que tengas padres divorciados.

☯️

R.

Son las 6:55 a.m, 5 minutos para que sea la hora acordada que pasaría por él. No estoy seguro si yo tengo que esperarlo a que salga, pero Odio esperar así que decido tocar la puerta.

Tarda unos minutos en abrirse para mostrarme en su interior una figura femenina. Una chica de cabello oscuro y corto me recibe con una sonrisa.

—¿Tú eres? —pregunto

—Paula, un gusto —me extiende su mano.

¿Se supone debo saludarla? Hmmm...

El contacto con otras personas no es lo mío.

—Ya veo, disculpa. —dice la chica al no tener respuesta mía y baja su mano.

—¿Puedes solo..? —No hace falta que complete la frase, ella lo ha captado.

Como Agua Y Aceite [EN REVISIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora