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Cuando despertó Hyunjin aun estaba encima de él, su rostro tan cerca que podía sentir su respiración. Lee lo miro fijamente, desde su perfilada nariz, pasando por sus grandes ojos y espesas pestañas. Hyunjin era un desperdicio: era tan guapo que podía tener a la chica que quisiera; sin embargo, el moreno iba y se fijaba en los de su mismo sexo.

Trató de empujarlo, pero era pesado, no tenia músculos, aún así su cuerpo era macizo por todos lados: sus brazos, su espalda y sus gruesas piernas; Félix era un montón de huesos a su lado.

Estaba pegajoso y necesitaba un baño con urgencia, se asustó cuando se dio cuenta que para él se había vuelto más importante un baño, que tratar de escapar. Hyunjin se removió a su lado apretándolo más.

Perfecto, jodidamente perfecto.

-Aquí esta la comida, volveré después de la escuela para traerte el almuerzo. No escapes pequeño gatito -se burlo Hyunjin, despertó minutos después que Félix y tenia una sonrisa estúpida en el rostro.

"Como si pudiera hacerlo" Pensó Félix.

Cuando se dio cuenta de que no podía hacer nada más, se volvió a dormir, su cuerpo se había acostumbrado a hacerlo. Tal vez después le pediría un radio o un libro, e incluso un cuaderno de colorear a Hyunjin, para tener algo en que entretenerse.

Miró por la ventana, la calle era más solitaria que el propio departamento, no había nadie a quien gritarle por ayuda y tampoco podía romper la ventana porque tenía barrotes.

Suspiró, si seguía así iba a pasar el resto de su vida con el enfermo de Hyunjin, el chico necesitaba un psicólogo. No, un psiquiatra, nadie en su santo juicio se folla al que cree culpable de la muerte de su pareja y eso era poco de lo que Hyunjin había hecho, el chico realmente tenía un problema.

Pero luego pensó que no era tan malo. Aunque escapara, ¿Qué haría?, se sentía miserable, Hyunjin también lo había dicho antes: nadie lo extrañaba, nadie lo echaba de menos y todos estaban mejor sin él. Él mundo estaba mejor sin él.

Félix se hizo bolita con su cara entre sus piernas. Ni siquiera podía quejarse, si sólo hubiera sido más amable, tal vez las cosas serían diferentes; tal vez Jeongin no hubiera muerto y entonces nada de esto hubiera pasado, pero el tal vez no existe y estaba condenado a pasar él resto de su vida con el moreno.

Hyunjin sacó un libro de su casillero, cuando lo cerro el rostro de Jennie estuvo frente a él. Ella lo sorprendió y no pudo mirarla a los ojos.

-Te he estado buscando desde ayer, ¿Qué paso?, ¿En verdad murió?

-Si lo hizo.

-¿Cuándo?, Los chicos dijeron que no los dejaste entrar porque se estaba muriendo.

-Ese mismo día en la madrugada, supongo que murió por deshidratación, me costo deshacerme del cuerpo, pero ya todo esta bien.

Sabia que sus mentiras algún día explotarían en su cara, sólo tenia que aguantar unos días más. Algo brillo en los ojos de Jennie y lo abrazo.

-Por fin hemos sido vengados Hyunjin. Tú, yo, Jisung, todos a los que él lastimo, también Jeongin.

Hyunjin limpió las lágrimas del rostro de la chica.

-Por fin podremos dormir sin tener pesadillas.

MI ABUSADOR HOMOFÓBICO (HYUNLIX)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora