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-Hola, chico mariposa - Jeongin frunció el entrecejo ante el tono de voz conocido, Seo  Changbin se había detenido a su lado cerca de los casilleros y cuando quiso huir, choco contra el cuerpo de Félix.

Félix sonrió, su sonrisa extendiéndose dejándolo ver sus perfectos dientes alineados y blancos, luciendo en contraste con la perfilada nariz, Jeongin lo miró de arriba abajo, Lee siempre vestía elegante, los accesorios que usaba encima del uniforme escolar, como el abrigo que llevaba en ese momento, eran piezas de diseñadores famosos, comparado con él, que la mayor parte del tiempo tenía simples harapos, Félix era increíblemente despampanante.

-¿A dónde vas ratito? -Preguntó - Félix, acercándose más al chico, intimidándolo.

-Por favor no me digas así.

-Perdón, ¿dijiste algo rarito? - Preguntó de nuevo Lee dispuesto a burlarse un poco. Changbin siempre estaba ahí pero pocas veces participaba en el acoso. Eso no lo hacía mejor persona, era precisamente por su presencia que las victimas nunca podían huir.

- ¿A quién estas tratando de acosar? - Hyunjin apareció poniendo a Jeongin detrás de él y enfrentando a Lee.

-Sólo estaba jugando un poco - Félix rodó los ojos aburrido. Por cierto -dijo Félix a Jeongin- ¿Sabías que al que crees tú hombre me ha imaginado debajo de él?

Jeongin frunció el entrecejo, miró a Hyunjin confundido y luego negó:

- ¡Mientes!

-No es verdad - Hyunjin aseguró inmediatamente, tomando la mano de Jeongin con cariño.

-Pero si me lo dijiste ayer, no te acuerdas; pero no puedo juzgarte soy atractivo, dime, ¿también piensas en mi cuando lo haces con Jeongin?

El tono de voz que Félix estaba usando era provocativo, Hyunjin no estaba dispuesto a caer en su juego, si fuera un poco más valiente, lo golpearía, pero tenía mucho que perder. No iba a ser expulsado, tenía buenas calificaciones, buena conducta, era bueno en los deportes e iba a conseguir una beca para estudiar en el extranjero. Entonces se iba a librar de Lee, y de Minho; amaba a su hermano, pero ya estaba harto de tener que lidiar con él.

-Nunca he pensado en ti de esa forma, hacerlo no me causa más que repulsión -contratacó.

-Ustedes dos son simplemente asquerosos, personas como ustedes sólo deberían morir.

Félix harto de la plática, finalizo sus comentarios y se fue caminando por los pasillos como si fuera un rey o un gobernador. Hyunjin tomó a Jeongin de la mano y se alejó también, pero al lado contrario.

-Debería morir -dijo Jeongin en voz baja. Hyunjin se detuvo al escucharlo.

-No, tú no debes morir, ¿Qué haría yo sin ti? -le sonrió y Jeongin le devolvió una sonrisa apagada.

Hyunjin le amaba pero no era suficiente para Jeongin. Habían sido varios años odiándose así mismo por haber nacido, su padre lo odiaba, sus compañeros le despreciaban, los que se acercaba a él creían que estaba enfermo, equivocado, que era raro y asqueroso.

En la tarde, mientras descansaba en su cama, leyendo un poco y estudiando lo que vendría en los exámenes finales; nuevamente su padre se había emborrachado y lo había golpeado, mientras le gritaba palabras crueles.

"Tú no debiste haber nacido"

¿Por qué no podía quitarse esas palabras de su mente?, ¿Por qué no se iban?, Jeongin realmente estaba cansado de escucharlas.

Hyunjin recibió una llamada a las dos treinta y tres de la mañana. Molesto miró de quien era, sonrió al saber que era Jeongin-, pero no se oía muy bien.

¿Te parezco asqueroso? -la pregunta al otro lado de la línea, lo hizo ponerse alerta, la voz de su novio sonaba entre cortada, era obvio que había estado o aún estaba llorando.

-Qué cosas dices, no. Por supuesto que no.

- ¿Me odias?

-No Jeongin, yo te amo -no sabía porque exactamente, pero su cuerpo ya se había movido por si sólo para cambiarse con ropa para salir.

-Yo también te amo - Jeongin sollozó y a Hyunjin se le estrujo el corazón, tenía un mal presentimiento-. Te amo mucho, pero yo no, yo no soy fuerte como tú, no sé como seguir.

- ¡Jeongin! - le gritó Hyunjin asustado, como si algo estuviera pasando, su cuerpo temblaba. Quería tenerlo cerca y abrazarlo, pero apenas estaba terminando de cambiarse,

-No debí haber nacido.

Eso detuvo a Hyunjin de lo que estuviera haciendo, quiso decirle algo, quería decirle a Jeongin que era el amor de su vida, la única razón por la que no perdía la cabeza, la única razón por la que iba a la escuela a pesar de todo, pero no le dio tiempo. La línea había sido cortada, más bien algo se había roto.

Tal vez el teléfono.

Tal vez el cuerpo de Jeongin.

Tal vez ambos.

Después de esa llamada, Hyunjin apretó los puños frente a la tumba de Jeongin, habían pasado tres días después de que se lanzará de su edificio y de que lo declararan muerto en el hospital.

En esos días Hyunjin no había ido a la escuela, no había probado alimento
y estaba preocupando a su madre, incluso a su hermano. Su rutina era pasar el día frente a la tumba de Jeongin y regresar a casa sólo porque el velador le impedía estar ahí.

MI ABUSADOR HOMOFÓBICO (HYUNLIX)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora