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El pollo estaba demasiado salado para el gusto de Félix, pero prefirió no decir nada. Por mucho tiempo su comida se había limitado a sopa y comida instantánea y sólo una porción por día. Esta vez, había comido dos veces y se sentía como un globo.

Aún así termino de comer la pierna de pollo y siguió con las papas a la francesa, pidiéndole la cátsup a Hyunjin. Tenía una especie de adicción a este, no se sentía conforme si la papa no estaba completamente embarrada de la sustancia roja.

Hyunjin lo miro comer con su cabeza recargada la mesa, sólo viendo como se movían sus labios y se ensanchaban sus mejillas, como si fuera un niño pequeño.

-¿Quieres que pida más? - Félix negó a la pregunta, aún con la boca llena.

-Ya acabé -hizo la comida aun lado y se limpió las manos y boca con una servilleta, pero podrías conseguirme un cepillo de dientes.

-Hay uno en la maleta, también traje ropa para que duermas y unas sábanas calientes para que no pases frío en la noche.

Lee pareció un poco feliz mientras buscaba el cepillo de dientes y la pasta. Podía sentir la mirada de Hyunjin sobre él como si lo perforara. Le había dicho que tendrían sexo pero no e sentía ni física, ni mentalmente preparado. No después de todo lo que había pasado en los últimos días.

-Iré a lavarme.

-Sí, yo lo haré.

- Okey - Félix estaba nervioso, sólo estaba retrasado lo inevitable. No podía estar toda la noche lavándose los dientes por más que quisiera.

Tiró el agua de su boca y suspiro hondo.

-Es hora, se miró una vez más al espejo, sus ojos ojerosos, su cabello castaño largo, rebelde y enredado, su piel más pálida que de costumbre era un desastre.

Volvió a la cama, Hyunjin ya estaba desnudándose y él no podía dejar de temblar.

-Ven aquí - Hwang palmeo a su lado en el colchón, Félix obedeció y se acomodo a lado del moreno-, quítate la ropa.

Las manos de Lee temblaban ligeramente: quitó primero la parte superior y luego la inferior, hasta quedar sólo en boxer. Los recuerdos pasados asentándose en su cabeza provocándole un dolor que no era físico.

-Te ayudaré con este - Hyunjin recostó al mayor en la cama, colocando su cuerpo encima, pero tratando de no aplastarlo. Beso sus labios suavemente, primero saboreó sus labios y luego un poco más profundo, sus manos se movían tocando cada rastro de piel, deteniéndose en algunos lugares para acariciar más, como: sus orejas y ombligo.

Por supuesto que no era lo mismo que cuando sólo iban y lo follaban, pero
aun se sentía incómodo ante el toque de otro hombre. Tenía miedo, porque era Hyunjin el que lo estaba tocando; lo palpaba como si no hubiera sido él, el que había estrellado la cara de Félix contra el vidrio de la ventana de su auto, como si no lo hubiera golpeado y pisoteado, o mandado a aquellos hombres a violarlo; como si Hyunjin hubiera olvidado que puso una soga en su cuello.

Las lágrimas se acumularon en sus ojos mientras correspondía los besos suaves de Hyunjin.

El menor se apartó recorriendo cada pedazo su piel con besos húmedos, paso por su cuello y lamió hasta sus tetillas marrones para chupar. Félix se estremeció, su mano jugando con su otra tetilla mientras Hwang se encargaba de liberar y masturbar sus penes a la vez, haciendo que se frotaran.

Su mano viajó hasta la espesa cabellera de Hyunjin apretando con cada descarga de placer, apretó sus labios tratando de evitar gemir. No era placentero, pero tampoco estaba sufriendo como las otras veces.

-Yo... Sólo te tengo a ti-le dijo Hyunjin cuando se apartó y lo miro a los ojos, Félix asintió entre lágrimas. Sí, sí, sí... Sí a lo que él diga. Da igual no tenía una vida ahora, esta le pertenecería a Hyunjin sino conseguía escapar.

Siguió recorriendo el cuerpo pálido, separando sus delgadas piernas y acomodarlas alrededor de sus caderas. Tomó una y la alzó lamiendo desde el tobillo hasta la pierna, deteniéndose y mordiendo de forma profunda.

-Eres delicioso. Tan suave, tu piel es muy caliente -acomodo ambas piernas en sus hombros y tomó sus caderas firmemente con sus manos, Félix se retorció cuando el rostro de Hyunjin se perdió entre las mejillas de sus nalgas y su lengua hacía movimientos circulares en su ano.

-Jin... Jin, no hagas eso, es raro.

Hyunjin lo ignoro tratando de penetrar más profundo con su lengua.

- Hyunjin enserio se siente raro, paremos si,  Jin... no me ignores... Jin.

Félix apretó las manos en el colchón, sus dedos se curvaron sobre los hombros del moreno y sus caderas se alzaron más.

- Jin-dijo en un suave gemido-, Jin...

Hyunjin finalmente se apartó, puso una almohada debajo de las caderas de Félix y lo beso de nuevo, más salvajemente. Gruño cuando entró en Félix, incluso siendo sólo la cabeza, se sentía bien y caliente. Las paredes carnosas amoldándose a su pene, las manos del mayor apretando y clavándose en sus brazos.

-No llores, se sentirá mejor pronto.

Se clavó por completo provocando más lágrimas a Félix y lo beso de nuevo amortiguando sus gemidos, empezó un vaivén suave y lento, tratando de sentir cada anillo apretando a su alrededor y hacer que Félix se acostumbrara a él
Y buscando......

-Ahh~

-Es ahí, donde se siente bien.

Félix asintió moviendo sus caderas, buscando un poco más de ese contacto. Ahora ambos se movían al mismo compás, como una suave y placentera danza, Félix había mandado todo a la mierda, una vez que Hyunjin había golpeado en su punto dulce. Se había entregado por completo y abandonado todos sus miedos; ya después se arrepentiría, hace mucho que no sentía tanto placer como el que Hyunjin le estaba dando.

Se retorció aun más en pequeñas contracciones, el placer acumulado en la punta de su pene y explotando entre la piel de ambos. Hyunjin no se veía mejor, embistiendo más fuertemente, con su rostro deformado y luego se sintió lleno del caliente orgasmo del moreno.

Cayó encima de él, sin energías, era su oportunidad de hacer algo: las llaves estaban en la mesa, esperaría a que Hyunjin se quedará dormido y huiría,
pero también estaba cansado, tanto que sus ojos se cerraron primero que los del moreno.

MI ABUSADOR HOMOFÓBICO (HYUNLIX)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora