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Hwang regresó minutos más tarde con una soga en una mano y un banco en la otra. Al verlo Félix se estremeció.

-Tenías razón esto tiene que acabar - sentencio, irritado, molesto y con ojos rojos, trabajó con la soga para crear un agujero que pudiera apretarse.

Félix se removió en su lugar de forma desesperada. Sabía que estaba apunto de morir a manos de Hyunjin. Probablemente, meses antes no medito que se estaba metiendo con una persona peligrosa, pensaba que el moreno era otro tonto mas.

"No quiero morir", "No quiero morir" pensó.

-¿Hyunjin te has vuelto loco? - preguntó mientras aguantaba las lagrimas.

-Ya lo estaba -confeso con ironía , sólo voy a terminar con esto. Me iré a Estados Unidos el mes que viene porque conseguí un beca y no puedo dejarte libre o lo arruinaras todo.

-¿Entonces es el final?

Hwang lanzó un suspiro, no parecía muy convencido de sus propias acciones, pero era obvio que Hyunjin estaba desesperado, en esas condiciones podría ser capaz hasta de matar.

-Lo es-logró amarrar la soga a una viga del techo, ahora sólo tenía que hacer que Félix subiera al banco-, ven aquí Lee.

No es como si pudiera hacer algo para salvarse, el mayor se levantó como pudo, apenas caminando por el dolor en sus piernas y en todo el cuerpo en general. No había razón para luchar, no iba a poder contra Hyunjin; tampoco quería perder la dignidad que le quedaba.

Se subió al banco y Hyunjin le acomodó la soga alrededor de su cuello. Era mentira eso de que, tu vida se refleja en tu mente en sólo unos segundos, cuando estas apunto de morir.

- Hyunjin-le dijo antes de que el
moreno se alejara-, te deseo mucha suerte a donde quiera que vayas.

-Demasiado tarde para intentar ser bueno Lee.

Félix sonrió tontamente y paso su mano por el cabello de Hyunjin para acariciarlo.

-Nunca es demasiado tarde para nada. Déjame intentar ser bueno por ultima vez.

Hyunjin lo miró a los ojos, cuando sus miradas se encontraron, a Félix le pareció que Hwang estaba más aterrado que el mismo. Finalmente, después de unos segundos mirándose él uno al otro, el moreno se alejo y pateo el banquillo que sostenía a Félix.

Pronto el rostro de Lee empezó a deformarse en muecas horribles, el color de su piel se volvió cada vez más pálido, sus manos se aferraban a la soga para alargar lo inevitable y sus piernas colgaban meneándose de un lado a otro.

"Sólo un poco más"

El cuerpo de Hyunjin se movió solo, su mente y su cuerpo peleando por la razón: sostuvo a Félix con sus manos alzándolo para evitar que se asfixiara.

-Resiste por favor, resiste Lee, resiste, no cierres los ojos.

Rompió el amarre hasta que logró tener a Félix en sus brazos por completo y libre de aquel peligro.

-¿Por qué?, ¿Por qué me salvaste? - Lee preguntó con la garganta casi desgarrada, sin creer que Hwang lo acabara de salvar.

-Tu lo dijiste, estoy loco. Voy a sacarte de aquí pero nunca tendrás tu libertad por completo, ¿entiendes eso?

Félix asintió y le dio un beso a  Hyunjin en la comisura de sus labios, luego un beso en los labios apartándose rápidamente. El menor lo vio confundido, pero luego volvió a unir sus labios en un beso más intenso y salvaje cuando Félix se aparto unió
su frente con la del contrario de forma cariñosa.

- Sácame de aquí por favor, te lo suplicó.

MI ABUSADOR HOMOFÓBICO (HYUNLIX)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora