Capítulo 1

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Los años fueron pasando y el dragon slayer ha ido cambiando también, cada noche siempre se escapaba al bosque para poder entrenar su magia y acostumbrarse a ese mundo.

Pero lo que se ha dado cuenta es que poco a poco los recuerdos de su vida pasada han ido borrándose. Y eso lo deprimía un poco.

A sus 14 años observaba a Asta entrenar como si no hubiese un mañana, estaba acostumbrado a observar la rivalidad que había entre él y Yuno. El grito de Asta lo sacó de sus pensamientos y dirigió su mirada hacia él.

— ¡Mil! -Gritó Asta colocándose de pie.

Natsu sonrió de forma maliciosa y bajó del árbol en el que se encontraba, notando el brinquito que pegó Asta del susto.

— ¡Natsu!

— ¿Te asusté? -Preguntó algo burlón.

— ¡No! Es solo que... ¡Me tomaste de sorpresa!

Natsu soltó una risilla colocando ambas manos en sus caderas, mirando fijamente a Asta. Quería ayudarlo con su entrenamiento, no por lástima, si no que al menos darle un empujoncito.

Mientras que Natsu observaba a Asta, este miraba al mayor con algo de nerviosismo. Nunca se colocaba nervioso cuando tenía a Natsu de frente, ya que ambos crecieron juntos... Pero debía admitir que admiraba al peli rosa en secreto.

Asta tomó una bocanada de aire y gritó.

— NO PERDERÉ CONTRA YUNO!!

El dragon slayer quedó aturdido tapándose los oídos, un pequeño gruñido salió de su garganta y cuando su hermano no de sangre dejó de gritar se los descubrió para mirarlo de mala manera.

— ups... -Susurró algo nervioso dando paso hacia atrás inconscientemente.

— Asta... -Natsu golpeó su puño contra la palma de su otra mano- Será mejor que corras...

Al terminar de decir esa frase, Asta no dudó ningún segundo en salir corriendo mientras que gritaba, Natsu le dio su tiempo y finalmente se impulsó para seguirlo.

Desde ese entonces así fue entrenando a Asta inconscientemente, sin que se diera cuenta. No es que tuviera favoritismo pero no le veía necesario entrenar a Yuno más cuando él mismo le dijo que no quería nada de eso. Así que no insistió.

***

Natsu se encontraba nuevamente en el bosque observando a Asta entrenar, su visión fue parada hacia la gran cabeza del demonio con una estatua encima. El viejo le había contado historias en su niñez al igual que la hermana Lily, pero no era muy fanático como los eran Asta y Yuno.

La noche cayó y el par iba regresando hacia la iglesia cuando Natsu se tambaleó por una repentina fatiga, Asta lo sujetó apoyando su mano en el pecho de Natsu.

— ¿Natsu...? -Preguntó algo preocupado, ya que nunca lo había visto así.

— Tengo hambre~ -Se quejó el ojos jade.

Asta asintió y colocando el brazo de su hermano sobre sus hombros lo llevó hacia la iglesia. Fue en ese momento en que se dieron cuenta que Natsu podía comerse el fuego.

***

La edad de quince años era la más esperada por todos los jóvenes, ya que les entregarían su grimorio. Eso desconcertó un poco a Natsu, por lo poco y que recordaba en su mundo no necesitaban usar libros para poder utilizar la magia, pero al parecer era necesario ya que así podían expandir más su conocimiento sobre esta misma.

Estaba comiendo un pedazo de carne sentado debajo de un árbol cuando escuchó pisadas cerca suyo, iba a colocarse alerta pero el aroma de sus hermanos llegó a sus narices por lo que se relajó y siguió comiendo.

Dragon Demonio En Black cloverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora