Capítulo 2

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Natsu salía de la iglesia bostezando con pereza, al frente suyo se encontraba Yuno sereno como siempre por lo que ladeó su cabeza confundido.

— Pensé que estarías entrenando con Asta... Siempre vas con él... -Dijo Yuno.

Ya habían pasado unos meses luego de que recibieron sus grimorios, cada uno empezó a entrenar por su cuenta incluyendo a Natsu.

— Oh, bueno verás creo que Asta debe entrenar por su cuenta a partir de ahora... ¿Sabes?

Natsu se rascó la cabeza sonriendo leve, Yuno solo soltó un bufido y se fue al bosque a entrenar dejándolo solo.

— Amargado... -Murmuró Natsu, luego emprendió su camino dirigiéndose hacia la calavera.

Había estado entrenando en ese lugar desde entonces, se sentía a gusto con el calor que había dentro, se sentó en el centro del lugar cerrando sus ojos para concentrarse.

El fuego rodeó su cuerpo y la cueva fue iluminada, su libro salió del bolso que tenía en su cadera y se abrió, de este salieron unas bolas de fuego que rodearon a Natsu haciéndolo sentir como más en casa.

Pasaron unos días estando en esa posición, estando demasiado concentrado que al momento de exhalar salió humo de su boca.

Al abrir sus ojos estos tenían una línea vertical delgada, como si fuese un depredador. Fue levantándose lento sintiendo sus piernas entumecidas al estar demasiado tiempo en esa posición.

— ¡NATSU! -El grito de Asta se escuchó a lo lejos gracias a su buena Audición y por lo gritón que era su hermano.

Salió de la cueva guardando su libro y sujetándose de algunos troncos cuando llegó al bosque. Tenía la necesidad de expulsar una gran cantidad de magia que tenía acumulada en su sistema, pero no podía hacerlo cerca de la aldea.

— ¡NATSU! -Volvió a llamar Asta.

— Aquí estoy... -Murmuró Natsu saliendo entre los árboles sonriendo leve.

Asta se quedó observando a su hermano de no sangre estupefacto, había desaparecido hacia dos semanas casi un mes. Yuno que estaba recién llegando al lado de Asta, se fijó en Natsu y retrocedió casi por instinto; Sabía que él era fuerte pero nunca imaginó que podía hacerse más de lo que ya era.

Ambos se acercaron a Natsu que estaba a punto de caerse y sintieron su cuerpo ardiente.

— ¡TIENES FIEBRE! -Exclamó Asta preocupado.

Natsu soltó una pequeña risa negando despacio.

— No, es mi magia... Estuve entrenando con ella y mucho... Necesito expulsarla de alguna manera... -Explicó Natsu haciendo una mueca- ¿Cuándo nos vamos?

Yuno lo miró para después mirar a otro lado haciendo memoria.

— En una semana... -Murmuró asintiendo despacio.

— Ugh... Bien, necesito comer algo... -Natsu se soltó del agarre de sus hermanos y emprendió camino hacia la iglesia.

Yuno y Asta lo siguieron, llegaron a la iglesia y comieron como si no fuera un mañana.

— Oye Natsu, ¿Quieres fuego? -Preguntó Nash mientras de su mano salía una llama.

Natsu la miró por unos minutos y negó, sorprendiendo a la mayoría. El ojos jade siempre le pedía a Nash fuego para poder alimentarse.

— Necesito dormir, permiso... Estaba muy rico Hermana Lily... -Natsu hizo una leve reverencia y se levantó saliendo de la iglesia.

Todos se quedaron callados, pero lo dejaron pasar excepto Asta y Yuno.

***
Pasó una semana y llegó el día en que partirían hacia la capital, el trío se encontraba fuera de la iglesia despidiéndose de sus familiares.

— ¡Natsu, Yuno! ¡Ustedes son el futuro de este pueblo! -Lloriqueaba el viejo

— ¡Yo también lo soy anciano! -Reclamó Asta alzando su grimorio.

— Nah, tú vas a regresar... No te preocupes, la iglesia mantendrá sus puertas abiertas para ti... -Dijo el Padre.

— Asta va a regresar en seguida... -Dijo Nash.

— ¡Nash! -Reclamó Asta.

— Pero... En el remotísimo caso de que entres a una orden de caballería...

— ¿Si?

— Confiaré en que yo también podré llegar a ser cualquier cosa que me proponga. Y un día ingresaré a una orden... No, olvídalo. -Murmuró algo avergonzado Nash.

— Te estaré esperando. -Dijo Asta sonriendo

Natsu de quedó observando la escena con confusión, ¿Acaso pasó algo que no se enteró?

— Nos vamos. -Habló Yuno.

— Bye Bye~ -Natsu alzó su mano despidiéndose mientras sonreía.

— Espérenme, Yuno, Natsu... -Asta corrió hacia el par

— Natsu... -Habló el viejo parando al nombrado- Cuídate... Cuídalos....

Natsu se sorprendió en sus palabras y asintió teniendo una mirada decidida, alzo su mano en modo despedida y siguió su camino detrás del par.

— ¡Adiós, chicos! -Gritó Asta despidiéndose.

— ¡Buen viaje! -Respondieron todos, haciendo sonreír a Natsu.

"Yuno, Asta y Natsu crecieron tanto... Asta siempre fue un niño alocado, Yuno al principio era un llorón pero cambió luego de aquella vez y Natsu... Siempre fue un chico tranquilo pero de vez en cuando se dejaba llevar por Asta, era protector con ambos desde niño. Los tres se volvieron inseparables... Chicos, cuídense."

La capital estaba muy lejos de Hage. Por lo tanto el trío tenía que hacer un largo viaje hacia su destino.

Hicieron un largo viaje, entre bosques, ríos y montañas. Hubo en una ocasión en que Natsu se detuvo de golpe al llegar a las montañas haciendo que sus hermanos se detuvieran también.

— ¿Natsu? -Asta lo miró confundido.

— Este es un buen lugar... -Dijo Natsu mirando a su alrededor, donde solo habían montañas- Será mejor que se pongan detrás de mi...

Los chicos asintieron colocándose detrás de Natsu, quien tomó una bocanada de aire y juntó sus manos frente a su boca.

¡Karyū no Hōkō!

Exclamó y una gran llamarada de fuego salió de su boca destrozando una montaña entera, suspiró aliviado estirando su cuerpo y dando pequeños saltos.

— Ya me siento mejor... -Dijo sonriendo, volteando ver a sus hermanos quienes tenían una expresión de asombro- Vamos, se nos hará tarde...

Natsu empezó a caminar estando más ligero, Yuno y Asta se quedaron viendo la montaña que tenía un agujero gigante y de ella salía algo de lava, tenían que entrenar mucho si querían pasar a Natsu.

Estuvieron cazando, durmiendo y caminando por largos trayectos hasta que por fin llegaron a su destino. Sobre una montaña se encontraba la capital, el trío estaba sorprendido.

— ¡Es enorme! ¿Eso de allí es la capital? -Preguntó Asta- El Rey Mago está ahí.

Hubo un momento de silencio y Natsu bostezó.

— ¡Lo conseguiré! ¡Aquí voy! ¡Espérenme! -Empezó a correr nuevamente- ¡Me convertiré en el Rey Mago!

— ¡No corras enano! -Gritó Natsu para seguirlo corriendo.

Yuno soltó una pequeña risa y siguió al par también.

Dragon Demonio En Black cloverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora