Nix
La ansiedad es una mierda porque ¿De qué me sirvió superar todos mis traumas si viviría con esta condición mi vida entera? Aun no comprendo la maldad de las personas, pero tuve que adquirir un poco de ella para que no me aplastaran, prometí no dejarme pisotear de nuevo y que se jodan todos los que me dañaron.
El karma es una mierda, pero ni con la muerte misma me devolverán todo lo que me robaron, no los odio, pero yo jamás olvido, todo se mantiene fresco como si hubiera sucedido ayer, nunca olvidaré eso es un hecho.
Desde que aquello sucedió he tenido problemas para dormir, pero anoche después de que Caius me encontrara me sentí tranquila su colonia fue como un calmante a mi mente me sentía a desfallecer, pero la seguridad que sus brazos me dieron caló en mí y lo sentí tratando de mantenerse fuerte, tratando a toda costa de evitar que me rompiera.
Su mirada estaba llena de desesperación cuando por fin recobre la conciencia, sus manos tratando de alcanzarme, sentía la sombra que hace años había eliminado y que había vuelto.
Caius logro calmar mi tormenta y acallar a todas las voces que me gritaban desde dentro, mis alarmas se paralizaron y sus brazos fueron mi fortaleza. ¿Qué me estás haciendo Caius Zorova?
Recordaba haberle pedido que se quedara, pero supuse que se iría cuando me durmiera, no esperaba toparme con el calor de su torso, su respiración sincronizada con la mía y sus manos a mí alred...
¡ESTOY SOBRE CAIUS! Joder, estoy en la cama con mi jefe.
Algo alterada inclino hacia arriba el rostro topándome con el suyo, levanto un poco las cobijas y veo mis prendas intactas y en su lugar —al menos puedo decir que no hicimos más que dormir— mi amiga me hubiera gritado ¿por qué desperdicie a tal monumento? Pero oigan es mi jefe, nada más.
Lo que me preocupa es sentir algo duro contra mi muslo —no quiero ver— Caius está profundamente dormido con sus brazos aferrados a mí, tengo que ir al baño y el necesita bajar a su complemento.
¿Complemento? En serio estoy quedando sin cordura
Tomé el almohadón que tengo a mi costado estampándolo en su pecho, se removió, sin soltarme y repetí mi acción esta vez con un gruñido abrió los ojos mirándome perplejo.
—¿Nix?
—No —solté con sarcasmo—, de seguro soy la madre Teresa —me miró incrédulo—, claro que soy yo, quítate.
—No —se aferró más como niño pequeño.
—Hablo enserio Caius.
—Yo igual —replicó.
En serio debo ir al baño, siento que exploto carajo, sigo golpeando a Caius y no me suelta está pesado con no dejarme ir.
—¡Eres peor que bebé con mamitis joder! —reclamé.
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Resiliencia [+18] ©
Teen Fiction⟨⟨ EN PROCESO ⟩⟩ Volvió a verla... Volvió a ver a esa dulce niña en el espejo, aquella pequeña con lágrimas en los ojos, se miraba fijamente evaluando si era posible ser suficiente. Sus ojos estaban vacíos y opacos, parecía que ya nada le bri...