Resiliencia [+18] ©

Capítulo 29 | Contradicciones

Nix

En el mundo tan violento en el que me muevo las promesas no son suficientes ni logran estabilizar al contrario, en la mafia se jura y se paga, si el juramento es quebrantado no hay otra formade pago que la sangre del que juró, que más hubiera deseado que Zorova prometiera en su entereza lo que le había pedido, pero no lo hizo sólo prometió lo que quiso y eso es tan insignificante que ni siquiera me parece de fiar lo que dijo, yo no me comprometo a nada, a ninguna parte de la promesa, estoy rompiendo y destrozando la confianza, pero nos hemos hecho tantas promesas en tan corto tiempo que la verdad he olvidado la mitad de estas.

­—Caius —mi voz era lo más parecido a un susurro estrangulado.

—Dime.

—Rompo con cualquier promesa que hallamos hecho o hallamos orillado al otro a hacerlo —su mirada fue de un total deleite, una mezcla inescrutable sobre ¿qué carajos sentir? —Ahora solo quiero algo de ti y yo te ofreceré lo mismo.

—Nix Kane, habla más claro.

Tome una gran bocanada de aire y reconforté mis pulmones, acalle mis pensamientos y con la misma seriedad que me miró le regresé la mirada. —Te absuelvo de cualquier promesa, hoy juro...

—No, Kane, nada de juramentos.

—Calla y después acepta o no, pero yo juraré así estés de acuerdo o no —guardó silencio con la mandíbula apretada y su rostro furioso —Hoy juro por mi sangre, y mi alto rango en la mafia que te amaré hasta que las vidas que el universo que conceda, protegeré tu espalda y también huiré si me lo pides, no seré sumisa, ni mostraré debilidad ante ti, te amo, pero no me verás decaer no si yo no lo quiero.

De pronto el aire que pareció esta conteniendo el ruso abandonó su cuerpo, cerró los ojos con fuer y tomó mis manos entre las suyas. —Yo Caius Willam Zorova juro por mi sangre y el poder que tengo en la mafia que te amaré en todas las vidas que coincidamos iniciando en esta, te protegeré siempre incluso muerto te protegeré, si me pides que me aparte lo haré, pero siempre estaré en las sombras cuidándote, solo ante ti dejaré caer la coraza de mi alma y ten por asegurado que así estes en el infierno ajaré por ti y si no hay entradas crearé una.

Cuando pensé que le mundo caía a mis pies, pude edificar algo más, paz.

Al llegar a Londres fui feliz, estaba lejos del imbécil de Demicus, al cual por cierto detesto. Pero no puedo evitar obviar el hecho de que en algún retorcido momento de mi vida me gustó, es asqueroso ahora que lo pienso.

—Nos iremos a casa, Caius, mis padres aguardan allá —la hermana de Zorova habló con la pequeña Jen en sus brazos, esa dulce niña era demasiado inocente como para que la dañen, sentí miedo y no quería que le pasara nada, Alizah acertó en protegerla en cuanto Caius se la entrego y la protegió con su cuerpo como cualquier madre debería hacer.