Marcus

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 Y hay fue cuando todo cambio, con la llegada de aquel hombre al que alguna vez ame; y aunque hallan pasado los años todavía sigue en mi mente, como una leve llovizna de recuerdos.

Marcus se encontrada detrás de la puerta,al verlo me quede paralizada no sabia que hacer, ni decir claro. Habían pasado unos cuantos años desde que el se fue, y jamas pensé que volvería a verlo. Pero hay estaba, en el rellano de mi edificio con sus ojos negros que te llenaban de confianza y esos pelos castaños, que llevaba siempre, despeinados. Seguía tal y como lo recordaba, aunque claro esta había crecido.

-Hola, ¿que tal?- fue lo único que dijo.

-¿Que haces aquí?- le dije con un tono de voz un poco alterada , salí y cerré la puerta.

-Venia a pedirte perdón, fui un tonto por abandonarte- agacho la cabeza y siguió hablando- y al bebe..

-Crees que presentándote aquí con cara de pena te perdonare y te dejare que veas a los niños- estaba cabreada, el había sido la persona que me había abandonado con dos bebes por criar.

-¿Niños?- me pregunto

-Si, mellizos, pero como ibas ha saberlo, ni siquiera estabas. Te desentendiste de ellos el día que te macharse, Y ahora por favor, vete.- Abrí la puerta, entre y la cerré. Me quede allí durante unos minutos, pude escuchar como no se marchaba.

-Venga Sofía, por favor perdoname- siguió llamando a la puerta

Le volví a abrir solo para que se callara – Vete por favor – le dije, me daba pena y quería volver a olvidarme de el – He conseguido reanudar mi vida, formando una familia, me he casado y tengo trabajo, te aconsejo que hagas lo mismo.

-No puedo, nunca pude olvidarte. Dejarte fue lo mas doloroso de mi vida, y ojala pudiera volver atrás y no tomar esa decisión. Tenia miedo.

-Crees que yo no tenia miedo. Me quede embarazada a los diecisiete años de una persona que a las mínima salio corriendo. - me quede callada unos minutos – pero yo decidí pasar pagina.

Cerré la puerta y me apoye sobre ellas, y cuando me di cuenta estaba llorando. El era la persona que nunca me dejo sola cuando Anna se fue, la que siempre miro por mi cuando estaba enferma, la que me ayudaba con los deberes... Pero todo eso se esfumo.

Llegue a la cocina donde Ana estaba preparando la cena:

-¿Quien era?- pregunto

-Un viejo amigo- le conteste.

Mi secretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora