Dasha

9 2 0
                                    

"Cuando hubimos llegado a khatanga (Játanga), un pueblo que se encuentra en el norte de rusia.

Durante ese periodo de tiempo en el que nos encontrábamos allí, el pueblo contaba con cinco hogares y nueve residentes. Las personas se ocupaban de la pesca, y la caza.

-Carlos, saldré a ayudar al Señor Gavrel con los peces – Salio de nuestra pequeña casa y cerro la puerta.

Los dos vivíamos en una de las casas del pueblo, ayudábamos a los demás y ellos nos correspondían con comida y bienes (ropa, mantas, muebles...).El señor Gavrel era un hombre solitario que accedió a dejarnos una pequeña cabaña y ademas nos ayudo con trabajo. La mayoría de las veces iba Rómulo y yo me dedicaba a ayudar a los ancianos cuidando a la pequeña Dasha. Ella era una niña huérfana que estaba siendo criada por la iglesia.

-Venga Dasha, vamos a por leña – como hacia demasiado frio nuestro trabajo era recoger la leña y repartirla por todas las casas del pueblo.

-Pero yo quiero jugar con la nieve – la pobre me miro poniendo ojitos – Siempre hacemos lo mismo - dijo enojada

-Pero es que es nuestra tarea – me agache para ponerme a su altura – te prometo que si acabamos temprano jugamos.

-Vale – sonrió produciendo le unos lindos hoyuelos y comenzó a correr dirección al bosque.

Después de un par de horas recogiendo madera y jugando con la nieve, tocaba volver a casa. Me despedí de ella en la puerta de la iglesia.

-¡Adiós Carlos! - se despidió la pequeña de mi, mientra yo me alejaba en dirección a mi cabaña - ¿Vendrás mañana?

-Claro, no me lo perdería por nada- era su cumpleaños y para sus cinco años, Rómulo y yo le habíamos hecho una preciosa muñeca de madera.

-----------------------------------------------------

Al día siguiente

-Carlos, venga que ya vamos tarde – Rómulo ya estaba esperándome en la puerta de la casa, mientras que yo seguía recogiendo un par de cosas.

-Ya voy – termine de decorar el paquete de la muñeca con una moña. Salí de la casa y nos dirigimos hacia la casa del granjero, ya que era la mas espaciosa para celebrar fiestas.

Una vez allí nos dedicamos a comer y bailar. Luego tras mucha insistencia de parte de Dasha, el sacerdote la dejo quedarse a dormir en nuestra casa."


Mi secretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora