Good Omens One Shots Sing II

Perséfone

Dedicado a Tebotebito

Inspirado en el fan comic Greek Omens de Alice Rovai

La religión aquí es inventada y no especifica que tipo de divinidades de adoran

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Hace tiempo, las fuerzas de la luz y la oscuridad tuvieron una interminable guerra sobre quien predominaba sobre quien, pero a la larga descubrieron a regañadientes que debe haber un equilibrio, no puede haber mal sin el bien, tuvieron que llegar a un acuerdo forzoso de paz.

Sin embargo, los respectivos seres no interactuaban los unos con los otros a menos que fuera estrictamente necesario, era una regla no escrita que cualquier interacción fraternal estaba prohibida, mucho menos una relación amorosa.

Ninguno tenía problemas en seguir esa regla, excepto dos seres.

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-¿A donde vas, Aziraphale?-

-Iré a bañarme a la fuente del bosque.- Respondió un joven de piel y cabello blancos como la nieve y hermosos ojos, tan azules como un par de zafiros.

-Últimamente has dedicado tu tiempo a estas actividades recreativas. Deberías ocuparte más en tus deberes.- Lo reprendió levemente el hombre de cabello azabache y ojos lilas.

-Gabriel, ya he hecho todo mi papeleo, he supervisado que los humanos estén mas en contacto con la luz y he organizado la biblioteca del templo. No es malo querer un poco de tiempo para mi.- Protestó, a lo que Gabriel cerró los ojos e inhaló.

-Esta bien. Puedes ir, solo ten cuidado, últimamente la luz del día no detiene a esas alimañas de la oscuridad.- Advirtió con una genuina preocupación.

-Descuida, se cuidarme solo, además, si me veo superado en fuerzas, sabes que invocaré una luz en el cielo para que vengan por mi.- Le aseguró mientras se marchaba del templo.

-Me preocupa que alguno de esos demonios pueda tomar tu virtud.- Esto casi provoca una risa involuntaria en Aziraphale.- La mayoría de ellos están sedientos de lujuria y nada inflaría más su orgullo que profanar a una criatura de la luz.- Advirtió preocupado.

-Estaré bien, de verdad.- Le aseguró por ultima vez.

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Llegó a un claro en el bosque, donde estaba una brillante cascada de aguas cristalinas, que reflejaban el hermoso azul del cielo despejado y decoradas con el verde pasto y coloridas flores de los alrededores. La temperatura del agua era agradable y Aziraphale se despojó de su toga para refrescar su cuerpo, cerrando los ojos y echando la cabeza hacia atrás.

-Se que estas ahí.- Dijo sin abrir los ojos.

[Quiero volver a comenzar
Cerca de tu bella frialdad]