| 𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 1 |

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Soltó un quejido cuando su cabeza chocó contra la parte de arriba del mostrador. Sacó algunas galletas de la vidriera donde se exhibían y las puso dentro de una bolsa verde decorada con dibujos de hojas, luego de cerrarla le entregó la bolsa al chico que esperaba por ellas.

–Aquí tienes, disfrútalas y ten un buen día –le dijo de forma amable, el joven recibió la bolsa y le entregó el efectivo previamente contado, con un sutil sonrojo en su rostro ocasionado por la sonrisa que ella le obsequió.

–Gracias, tu también tenlo–contestó este de la misma forma, guardó su billetera y salió del local dándole una última mirada a la albina.

La puerta se cerró haciendo sonar la campanita. Nya hizo una mueca sobando el lugar donde se había golpeado, esa vidriera tenia algo en su contra, de eso estaba segura.

"Oye, ¿no podemos comer aunque sea una?"

Lanzó un suspiro al aire al escuchar esa voz haciendo eco en su mente. Al principio le resultaba extraño e incómodo el conversar con alguien en su cabeza ¿a quien no? Pero fue cuestión de que pasara el tiempo para acostumbrarse a la presencia de Tenam en su mente y cuerpo.

Al igual que sus padres, a quienes también les costó adaptarse a los cambios que hubo en Nya por la aparición de su don, cambios tanto físicos como mentales, después de cuatro años ya consideraban normal que su hija hablara "sola" en ocasiones.

Si... muy normal... 

El resto de la familia se sorprendió al saber que Nya había manifestado ese don, Akihiro lo anunció en uno de los almuerzos familiares que acostumbraban a hacer cada dos domingos, y con alegría genuina dijo que ella y la simbionte eran compatibles. Sus tíos la felicitaron, su prima Atsuko también se puso muy contenta por ella e incluso conoció a Tenam, Ryouhei solo se limitó a encogerse de hombros. "Que bueno que no te vas a morir, supongo" fue lo único que dijo. 

¿Cuál fue la reacción de Satoshi? Pues el muy... desgraciado, se paso toda la comida burlándose de ella a base de indirectas que eran más directas que otra cosa.

Añadiendo que le dijo que no podría llegar a superarlo ni a él ni a su simbionte ni aunque se matara entrenando por horas.

Por si fuera poco, las burlas aumentaron cuando supo quien era su simbionte; Tenam, la segunda chica y la más pequeña del grupo de simbiontes de las últimas cuatro generaciones y, según Satoshi por el comentario de su propio simbionte, la más débil.

Esa fue la gota que rebalso el vaso.

De no ser por Yusuke y Death, Tenam y Butcher –el simbionte de Satoshi– habrían salido y acabado con todo. Porque si sus portadores no se soportaban, ellos se odiaban a muerte. A saber por qué.

Satoshi y Nya era entendible. La peliblanca pasó toda su niñez siendo víctima de insultos y humillaciones por su adorado primito.

Pero no le guarda rencor, por supuesto que no, es más, si él se estuviera achicharrando y ella tuviera un vaso con agua en la mano... la echaría en el piso. Claro, el piso sería más agradecido.  

No importó cuántas veces lo regañaron ni cuántos castigos y sermones recibió por parte de sus padres, nunca dejó de meterse con ella por cualquier cosa, ya fuera por el hecho de que no tenía don o... por el hecho de que no se parecía en nada a ellos, ya que Nya era la única albina –padecimiento que heredó de sus abuelos maternos–, solía decirle que era una arrimada y que no pertenecía ahí.   

Los primeros años ella simplemente comenzaba a llorar cuando le soltaba esos comentarios e iba corriendo a acusarlo con sus tíos o con su abuelo. A medida que fueron creciendo, comenzó a ignorarlo para tratar de llevar la fiesta en paz, hasta que un dia se hartó, se armó de valor y le pegó con un zapato en toda la jeta. 

𝗦𝘁𝗿𝗼𝗻𝗴 || 𝗠𝗶𝗱𝗼𝗿𝗶𝘆𝗮 𝗜𝘇𝘂𝗸𝘂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora