|𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 4|

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Después de la prueba de lanzamiento, les siguieron las demás actividades como abdominales, tocarse la punta de los pies con los dedos, hasta finalizar con la carrera de cincuenta metros.

Nya lanzó un pequeño bostezo, el cansancio ya estaban haciendo de las suyas. Sacudió la cabeza buscando sacudirse también la flojera y miró al sensei esperando los resultados. Ya estaban todos reunidos listos para saber como les había ido y, en caso de que lo que EraserHead dijo al principio fuera cierto, quien sería el desafortunado en ser expulsado. 

No le fue mal en las pruebas restantes gracias a los entrenamientos previos que tuvo con su padre. Si bien podía deducir que no quedó de los últimos, no podía evitar sentir ese pinchazo de ansiedad y preocupación. Cosa de ella y su mala costumbre de sobrepensar las cosas.

Hasta que Tenam la regañaba diciéndole que dejara de darle vueltas al mismo tema, con la vaga excusa de que la mareaba.

También, de forma casi inevitable por todas las hipótesis y teorías conspirativas que creaba su mente, no pudo evitar echar una que otra ojeada al peliverde del don misterioso. Notó que el chico no pudo hacer los demás ejercicios debido al dolor en su dedo.

Ese último hecho había dado origen a un montón de teorías. 

En las pruebas físicas Midoriya terminó con los huesos de sus brazos y piernas básicamente triturados, lo que sugería que para tomar impulso y destrozar el robot con aquel puñetazo debió haber concentrado su poder en dichas extremidades. Mientras que, hacia un rato tuvo la idea de concentrar su don solo en la punta de su dedo para no romperse todo el brazo (una idea inteligente).

Su don es inestable y su cuerpo no lo soporta como debería. Era todo lo que tenía hasta ahora.

–Voy a mostrarles los resultados, como verán, en total es la combinación de lo que obtuvieron en cada prueba –decía el profesor Aizawa–. Sería una perdida de tiempo explicarles, así que se los enseñaré.

Presionó un botón del control que llevaba en la mano, y al instante apareció un holograma que mostraba los resultados de cada uno. El peso en sus hombros se aligero un poco, solo un poco, como tenía previsto no quedó en los primeros lugares, pero el octavo lugar tampoco estaba tan mal. Era un buen comienzo.

Entrenaría más, tengan eso por seguro.  

–Por cierto, lo de la expulsión fue mentira –soltó el pelinegro de la nada, sonriendo de forma enigmática–, fue un truco para incitarlos a que usaran sus dones al máximo.

–¡¿QUÉ?!

La cara de Nya era un poema. ¡¿Es una broma?! ¡¿Toda esta presión e inseguridad por nada?! 

"Hice todo este llanto por nada, ahora soy una chica mala-"

¡Tenam! ¡Seriedad! ¡Acaban de timarnos!

"No me gustó que mintiera, pero admito que ese hijo de perra tuvo una buena idea para que todos se esforzaran más"

–¡Te lo dije! –gritó/susurró Kikyo a su lado, tenía ambas manos tras su cabeza con aire despreocupado, aunque ella también se sentía aliviada de que lo de la expulsión fuera mentira.

–Pero por supuesto que era mentira –escuchó decir Dokuyami a una chica que estaba frente a ella, de cabello negro atado en una desordenada coleta–. Era obvio si lo pensaban bien.

–Bueno, eso fue todo por hoy –EraserHead dio por terminada la clase, dándose media vuelta para irse–. Hay copias del plan de estudio en el salón, así que revisenlo cuando vayan.  

𝗦𝘁𝗿𝗼𝗻𝗴 || 𝗠𝗶𝗱𝗼𝗿𝗶𝘆𝗮 𝗜𝘇𝘂𝗸𝘂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora