|𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 9|

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–Asi que estas escorias burlaron la seguridad.

Nya oyó a alguien decir algo acerca del sistema de seguridad, en ese momento recordó el incidente de días atrás donde los reporteros ingresaron a la academia gracias a que alguien derribó el muro de la entrada. Después, escuchó  a otro preguntarle a Trece que sucedió con las alarmas. 

–¿Ellos aparecieron aquí? ¿O en toda la escuela? –la repentina especulación del callado Todoroki Shoto, el chico con el don de hielo, atrajo la atención de todos–. De todas formas si los sensores no los detectaron, quiere decir que uno de ellos tiene un don para encargarse de eso. Una zona aislada de las instalaciones principales donde había una clase planeada... no son para nada tontos.

La peliblanca asintió lentamente oyendo con atención cada palabra del heterocromatico, tragando grueso. Quien fuera que planeó el ataque, pensó muy bien cada movimiento, centrados siempre y firmemente en el objetivo que sea que tienen.

Poco a poco fue regularizando su respiración, aunque el leve temblenque y la rigidez de su cuerpo no desaparecieron.

Lo más probable es que pelearia, debía estar calmada y centrada, mantener la mente fría para pensar sus próximos movimientos.

–Trece, empieza la evacuación. Trata de contactar a la escuela –indicó Aizawa, avanzando–. Los villanos tienen algo para burlar los sensores, uno de ellos debe tener poderes de ondas de radios. Kaminari –llamó al rubio del mechón negro–, intenta llamar a la escuela.

–¡¿Qué va a hacer, señor?! ¡¿Los combatirá usted solo?! –cuestionó Midoriya, alarmado.

–Siendo tantos... –Nya observó a la masa de villanos que se movilizaban hacia ellos–, aunque pueda borrar sus dones..

–No se puede ser un héroe con solo un truco –se limitó a decir el pelinegro mirándolos por encima de su hombro–. Cuento contigo, Trece.

Fueron las últimas palabras del maestro antes de lanzarse al ataque desatando sus cintas. El método de pelea de EraserHead, según recordaba, era atrapar a los enemigos con sus cintas una vez eliminado su don. Pero un ataque directo..

Su boca se entreabrio de la sorpresa viendo al héroe de cabello negro literalmente patearles el trasero utilizando las mentadas cintas y sus propios puños, esquivando los múltiples ataques con una agilidad y destreza de admirar.

–Increíble –susurró Midoriya igual de impresionado que ella–, es bueno peleando contra varios oponentes...

–El profesor Aizawa en verdad es genial –añadió Dokuyami, inesperadamente sonriendo en medio del caos. Genuinamente estaba sorprendida, pues el maestro desde un principio dio la impresión de ser más flojo que la palabra.

–¡Ustedes dos! ¡No hay tiempo para hacer un análisis! –ambos dieron un respingo por el llamado de Iida. Se dieron cuenta entonces de que habían sido los únicos en quedarse atrás admirando como unos tontos las habilidades de pelea de EraserHead–. ¡Dense prisa!

Ambos se miraron entre ellos un segundo antes de correr tras el delegado. No tardaron en unirse al resto del grupo, siguiendo a Trece que iba hasta adelante dirigiéndolos. Pararon al mismo tiempo que la heroína, pues el mismo portal de colores violáceos que se abrió en la fuente, de un momento a otro, ahora estaba frente a ellos.

–No hay escapatoria –la bruma morada les habló, burlón–. Mucho gusto, somos la Liga de Villanos, quizás les parece atrevido pero nos tomamos la libertad de venir a la casa de los héroes para saludarlos... Y qué lugar tan perfecto para hacer que All Might, el símbolo de la paz, respire su último aliento.

» A esta hora ya debería estar aquí, pero no veo ninguna señal de él, ¿acaso hubo algún cambio de planes que desconozca?

Nya no apartaba la vista del... de lo que sea que fuera ese sujeto. Sudor corría por su frente y el corazón casi se le salía por la boca, hasta los músculos le dolían por lo tensa que estaba. Su parte racional le gritaba que debía huir y ponerse a salvo, mientras la otra le exigía quedarse donde estaba y enfrentar al peligro de frente. No experimentaba aquella división desde el día en que Kanami y ella quedaron atrapadas en el banco tomado por villanos, el día en que su don despertó.

Pero ahora era distinto; ya no era la indefensa niña pequeña de ese entonces, ahora tenía la manera de defenderse, a sí misma o a cualquiera de sus compañeros si la situación lo requería.

Esta vez sería capaz de hacerle frente al peligro y escupirle en la cara.

–Ah, bueno, eso es irrelevante. Vengo a cumplir con mi trabajo –se tensó al percibir movimiento cerca. Giró la cabeza con rapidez en esa dirección, casi se dio un golpe en la frente al ver a Bakugo y Kirishima saltar sobre el villano para atacarlo.

"¡¿Pero estos están tontos o qué les pasa por el cerebro?!"

Por un segundo le pareció que la explosión de Bakugo le dio directo al tímpano. Gruñó entre dientes llevándose las manos con rapidez a sus oídos, encorvandose un poco hacia adelante por el inexplicable dolor físico que le causó.

Apartó las manos de los oídos, su cuerpo se tambaleó un poco por la sensación de aturdimiento. Bufó, ahora los oídos le zumbaban.

Una nube de humo producto de la explosión los envolvió, dificultandoles la visión y poniéndolos más nerviosos al haber perdido de vista a Kurogiri.

–¡¿En verdad pensaste que podías venir y vencernos tan fácilmente?! –solo oyeron la voz del pelirrojo con dentadura de tiburón.

Qué idiotas –siseó roncamente la Dokuyami.

"Esto se va a poner feo"

–Parece que es cierto lo que he oído de ustedes –Nya giró en su propio eje frenética, escaneando su entorno aún nublado por el humo. La voz de Kurogiri parecía venir de todas partes, no saber su ubicación exacta le ponía los pelos de punta–. Claro, aunque sean estudiantes, son muy talentosos.

Escuchó a Trece gritarles a ambos impulsivos que se alejaran del villano. La bola de humo al fin se disipó causándole algo de alivio, el cual no duró mucho cuando está vez la bruma morada los envolvió a todos como un manto oscuro, formando un domo.

–¡Mi trabajo es separarlos y torturarlos hasta matarlos!

Nya cruzó sus brazos frente a su rostro tratando de protegerse de la bruma violeta, concentró su peso en sus pies para no salir volando por la ráfaga de viento que creaba. Volteó inmediatamente a su izquierda al oír que alguien gritaba su nombre. Vislumbró entre la confusión a Kikyo extendiendo su mano hacia ella, la otra la usaba para cubrirse el rostro. La peliblanca hizo lo mismo queriendo alcanzarla, juntas podrían enfrentarse a cualquier peligro y cuidarse las espaldas.

Sus manos apenas y rozaron cuando la bruma las envolvió del todo consiguiendo separarlas, mandándolas a lugares distintos.

Lo siguiente que sucedió después fue confuso.

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⏰ Última actualización: Dec 06, 2023 ⏰

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𝗦𝘁𝗿𝗼𝗻𝗴 || 𝗠𝗶𝗱𝗼𝗿𝗶𝘆𝗮 𝗜𝘇𝘂𝗸𝘂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora