| 𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 3 |

243 38 0
                                    

El primer día de clases...

Todos, algunos más que otros, hemos sentido ese preciso momento como el más estresante de nuestras vidas, sobretodo los que somos antisociales. Tenemos ese temor de no hacer amigos, de caerle mal a los profesores y que estos se ensañen con nosotros, o simplemente de no encajar allí.

En algunos casos pasa que se preocuparon tanto por nada y al final tuvieron un buen primer día. En otros sucede todo lo contrario y acaban teniendo el peor comienzo de curso de la historia.

O bien, los que tienen un comienzo intermedio. No les fue mal, pero tampoco bien.

Pues desde el punto de vista de Nya ese iba a ser su caso.

Llevaba alrededor de diez minutos parada frente a la enorme puerta de la clase 1A, sabía que las clases aún no habían comenzado. Se encontraba buscando por algún lado el valor para entrar y enfrentarse a uno de los más grandes desafíos que enfrentan la mayoría de los adolescentes; socializar y convivir con muchos otros adolescentes de su edad.

Los grupos muy grandes de personas la agobiaban. 

Nunca se relacionó de más con sus antiguos compañeros. Ya fuera porque el grupito que se la pasaba molestandola se encargaba de espantar a todo aquel que tratara de hacer amistad con ella, o que se alejaran por cuenta propia al saber su apellido, dado que la relacionaban al instante con "el destructor", y sin siquiera preguntar asumían que ella también estaba maldita y podía transformarse en un monstruo asesino.

Creencias de gente pendeja. Tonterías de mocosos que solo repetían lo que sus padres decían. Mocosos que siguieron con esas tontas ideas incluso hasta la escuela media.

Nunca tuvo muchos amigos, desde siempre solo fue Kikyo, ya después llegó Tenam.

A pesar de que Kikyo se llevara bien con todos por su carisma y trataba de ayudarla a que socializara con otros niños. Siempre trató de ser lo más amable posible, pero nadie nunca se acercaba a siquiera entablar una conversación con ella, y no insistía. Cuando trataba de hablar con alguien de su clase, no hacían más que intercambiar unas cuantas palabras para después sumergirse en el más incómodo de los silencios.

A medida que fue creciendo dejó de intentar hacer amigos a pesar de los esfuerzos de Kikyo. Teniendo a Tenam con quien podía conversar de cualquier tema por más absurdo o estúpido que fuera, hacer más amistades le fue pareciendo innecesario. 

Con ellas dos le bastaba y hasta le sobraba.

Pero ahora debía tratar llevarse bien con todos, después de todo estarían estudiando juntos por los próximos tres años. Además de ellas dos, al menos había hecho amistad con Uraraka, la chica que conoció el día de las pruebas, de verdad esperaba que también la hayan admitido. Le pareció una chica bastante agradable y con potencial.

"¡Nyaaaa! ¡Ya quiero entraaaar!"

Se quejó la simbionte como niña pequeña.

Resopló haciendo que los mechones en su frente se movieran con violencia–. Estoy preparándome mentalmente, estamos a punto de entrar a un salón repleto de desconocidos.

Tenam bufó.

"Llevas más de diez minutos 'preparandote mentalmente', esperando aquí afuera como unas idiotas. Deja de ser tan cobarde y entra de una vez, este será tu primer paso para convertirte en una heroína. ¿No es eso lo que quieres?"

–Si, pero-..

"Pues trata de dejar tu timidez de lado y entra ya. Cuando seas una héroe profesional te enfrentarás a cosas peores que un salón lleno de desconocidos"

𝗦𝘁𝗿𝗼𝗻𝗴 || 𝗠𝗶𝗱𝗼𝗿𝗶𝘆𝗮 𝗜𝘇𝘂𝗸𝘂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora