↝ cap 1

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it's something i feel for the first time, after meeting you, my heart kept feeling strange
I don't like this feeling, i feel uncomfortable for changing after meeting you 

Era víspera de navidad, la noche era fría y el cielo estaba estrellado. En una lujosa casa se encontraban 2 familias reunidas disfrutando de una elegante cena.

─ La comida estuvo deliciosa, gracias por su invitación, Marila ─comentó terminando de limpiar sus manos.
─ Si ,muchas gracias, me retiro, Eros ¿podrías acompañarme? ─dijo Ares con urgencia para posteriormente levantarse de la mesa.
─ Por supuesto -  Eros se levantó de su asiento y se encaminaron hasta la puerta del comedor, hasta que la voz de Marila ─ mamá de ares ─ resonó en sus oídos.
─ En un momento bajen para dar el brindis ─y sin decir más se dirigieron a la habitación del pelirrojo.

Al momento de entrar a la habitación, Ares casi corre hasta su mesita de noche y saca un objeto  que después esconde detrás de su espalda, evitando que Eros lo vea. 

─¿ Qué sucede ? ─Eros claramente sabía que algo pasaba con él pelirrojo, el olor a nerviosismo de las fermonas, que Ares soltaba inundaban por completo aquel elegante cuarto. Sacó lentamente el objeto que escondía detrás de su espalda, descubriendo una pequeña caja de color café decorada con un pequeño lazo azul, Eros mantenía la mirada en la caja que Ares sostenía entre sus manos.

─Feliz navidad ─dijo él para después entregarle aquel pequeño objeto a su amigo. Eros toma la caja entre sus manos, deshaciendo el moño y descubriendo otra caja más pequeña solo que  esta era de un color azul marino aterciopelada, El pelinegro abrió la caja azul  ─ Gracias ─dice casi inaudible, su tono de voz es ronco pero a la vez delicada como si de un arpa se tratara. 

 Abrazo a Ares, al notar que el nerviosismo seguía en el aire desprendió un poco de fermonas, estas normalmente las utilizaban los alfas para clamar y marcar a sus omegas. Hace varios años había descubierto que esta acción funcionaba con el alfa, nunca le comento nada al respecto para no incomodarlo pero, a decir verdad, ninguno de los dos le tomaba gran relevancia. La suave luz de la luna iluminaba suavemente la habitación, la puerta del balcón se encontraba entre abierta por lo que la brisa del invierno se colaba en sus cuerpos,  y al lado de ellos, sobre la mesa de noche se encontraba un anillo dorado, una rosa igualmente dorada y con toques rojizos se encontraba en el centro de la joya y en la cara interior del anillo se encontraban grabadas las iniciales "A-E".
 


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