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una carta de keisuke a kazutora. ni en mis sueños más locos habría imaginado encontrar un tesoro así. pero no puedo evitar preguntarme por qué está en poder de hinata matsuno. ¿acaso no llegó a su destino?

“mi abuelo la interceptó,” explica la anciana. cuando chifuyu volvió del frente y se encontró con keisuke plantado en la calle, se le rompió el corazón. se dio cuenta de lo que había provocado con su confesión antes de la guerra.

intentó disculparse, pero keisuke no quiso ni escucharle. se pelearon en plena calle y keisuke le rompió la nariz de un puñetazo.

chifuyu era consciente de que el dolor que sentía en la cara no tenía ni punto de comparación con el de sus viejos amigos. se propuso enmendar su error y trató de interceder por ellos plantándose en casa de los hanemiya.

les pidió que permitieran un último encuentro entre los chicos, pero ellos se negaron. y no solo eso. le enseñaron la carta de keisuke que acababan de recibir y le pidieron que se la devolviera, para que le quedara claro que sus palabras jamás llegarían a oídos de kazutora.

chifuyu no les hizo caso. se guardó la carta y en cuanto tuvo ocasión pidió ver a kazutora. en la habitación que ya conocemos, chifuyu pidió perdón a su amigo del instituto y, junto a su lecho, le leyó la carta de keisuke en un susurro.

y es en ese mismo susurro que emma empieza a traducirme las palabras de keisuke:

"querido kazutora,
tus padres no permiten que nos veamos.
recurro a esta carta para escribir lo que jamás he sido capaz de decirte.
quiero que sepas que te quiero.
sí, kazutora, te quiero.
nos habían enseñado que lo nuestro no era amor, pero me he dado cuenta de que lo era.

lo que tú y yo hemos tenido es el amor más verdadero que he sentido jamás.
por eso no quiero perderte sin decírtelo.
te quiero desde el primer día que entramos en el instituto y nos escapamos al cementerio a fumar un cigarrillo.

te quiero desde el día que me calentaste las manos con tu aliento porque yo había perdido los guantes.
te quiero desde ese beso en el establo de los ryuguji.
te quiero tanto que la idea de volver a verte fue lo único que me mantuvo vivo en las trincheras serbias.

bastaría con mirarme a los ojos para que lo entendieras. ojalá pudieras.
no harían falta palabras. nos miraríamos y volveríamos a ser niños en los pasillos del instituto, antes de la muerte, antes de las bombas, antes de los viejos en los que nos ha convertido todo este odio.

por eso hace meses que estoy bajo tu ventana, para verte otra vez, aunque solo sea un instante.
para que tu sonrisa vuelva a hacerme creer que nuestro amor lo significó todo y arrojó algo de luz en este siglo que ha nacido muerto.

te quiero y pase lo que pase, siempre estaré contigo.
tuyo, keisuke."

cuando chifuyu acabó de leer la carta, los dos chicos estaban llorando. kazutora, casi sin voz, le pidió que le ayudara a levantarse.

kazutora estaba tan débil que parecía que no sería capaz ni de llegar hasta la ventana, pero lo consiguió. descorrió las cortinas, miró al exterior y por primera vez en años de horror su rostro estalló en una sonrisa.

porque ahí abajo en la calle estaba keisuke devolviéndole la mirada. porque el hombre que amaba le había dicho te quiero por primera vez y él le estaba respondiendo, muy flojito, con su aliento empañando el cristal de la ventana.

keisuke nunca pudo oír el “ich liebe dich” de kazutora, pero lo sintió en lo más profundo de su alma como una bendición. en ese momento kazutora levantó el brazo a modo de saludo… y así es como keisuke lo pintó en su último cuadro.

esa misma noche, un 12 de diciembre de 1916, kazutora hanemiya falleció. tenía 22 años.

el silencio cae en el salón de hinata matsuno como una sentencia. la anciana lo rompe con su voz quebrada: “al menos tuvieron ese momento. otros no tuvieron ni siquiera eso.”

al día siguiente de su muerte, kazutora fue enterrado en el panteón familiar y keisuke dejó de pintar. sabemos que murió meses después, ¿pero qué fue de él en ese tiempo? y lo más importante… ¿cómo acabaron enterrados juntos?

el puzzle aún estaba incompleto, pero la pieza que faltaba para completarlo no estaba lejos...

history hates lovers.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora