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le pregunto al camarero si reconoce la calle. el chico examina el cuadro un buen rato y acaba diciendo algo muy útil: “podría ser cualquiera”.

¿en serio?

lo único que está claro es que la casa está dentro de la ciudadela medieval de sighisoara a juzgar por la proximidad de la torre del reloj que se ve al fondo de la pintura.

la torre es de planta rectangular y en el cuadro se ve una de las dos fachadas anchas. por consiguiente deduzco que la casa tiene que estar al norte o al sur de la misma.

tengo que confesar que en ese momento mi esperanza de encontrar la casa es CERO. la ciudadela no es grande, pero habrá cambiado mucho en un siglo. ¿seré capaz de reconocerla si la veo?

además está empezando a atardecer y en unas horas tengo que pillar el bus de vuelta a târgu mures.

recorro todo el area norte sin éxito. mucha calle linda, pero ninguna sola, casas de colores, lo pasaré bien.

empiezo a desesperarme. y entonces me asalta una idea terrible. ¿y si la casa ni siquiera existe? la mitad de la ciudad estuvo medio en ruinas durante décadas. ¿qué posibilidades reales hay de que el hogar de kazutora hanemiya se mantenga en pie?

con esa duda en la cabeza opto por rastrear la parte sur.

por el camino voy preguntando a la gente. me miran como un bicho raro. eso cuando me entienden. uno de ellos cree que le quiero vender el móvil.

claro, cariño, ahora mismo te hago un precio.

finalmente, ya dándolo todo por perdido, bajo hasta la plaza hermann oberth por unas escaleras y le pregunto a un chico que sirve mesas en una terraza. ¿reconoces esta calle? él mira la foto, me mira a mí, mira detrás de mí y señala con el dedo. “allí.”

me giro, y efectivamente, ¡allí está!

había pasado por delante y ni siquiera me había dado cuenta!

las piernas me tiemblan a medida que me acerco al portal. ¿estará habitada la casa? ¿vivirá alguien de la familia aún allí? y de ser así, ¿podrá alguien contarme por fin qué relación tenían baji y kazutora?

me planto delante de un gran portón de madera. en él, una gran placa reza "TASCHLER HAUS BOUTIQUE HOTEL" .
un hotel no es buena noticia... pero al menos el edificio no está abandonado..

la puerta está cerrada. llamo al timbre y espero un buen rato hasta que la puerta se abre. una mujer de unos 50 años asoma la cabeza y me hace pasar. “¿quiere una habitación?”, me pregunta.

“no, quiero respuestas. y quizás usted es la única que puede dármelas.”

ok, no le dije eso, pero me ha parecido una frase estupenda para un cliffhanger, ¿o no?

history hates lovers.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora