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Su semana había transcurrido normal, sin cosas relevantes. Los últimos días, había pasado tiempo con Sunghoon, llevándole pequeñas colaciones mientras lo veía estudiar y compartían alguna que otra palabra.

A pesar de que tan solo habían pasado cuatro días desde que lo hacía, se había acostumbrado a alimentar al otro durante el ultimo recreo que casualmente era bastante más largo que los demás.
Existía la probabilidad de que el mayor no acostumbraba a almorzar en el colegio por lo que había optado por llenarlo de snacks para que sus animos no bajaran durante la jornada de clases, aunque el último día de la semana decidió llevarle fruta picada para cambiar la dieta de frituras que había llevado el otro chico gracias a él.

Si lo pensaba con detenimiento era un sábado bastante aburrido sin Sunghoon y su silenciosa personalidad.

Normalmente, las tardes de los fin de semanas eran para convivir entre hermanos, pero ese día Chaeyoung tenía que atender algunos asuntos personales y lo había dejado solo, hundiéndose en su miseria.

Rodó sobre su cama para buscar su celular, planeando invitar a sus amigos a alguna salida.

Después de acordar verse a las 6 de la tarde en una plaza cercana, estaban sentados en círculos planeando qué hacer

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Después de acordar verse a las 6 de la tarde en una plaza cercana, estaban sentados en círculos planeando qué hacer.

─ ¿Y si vamos a comprar weaitas al McDonald's? estoy antojado. ─ sugirió Jungwon, quien estaba recostado sobre el tronco de un árbol.

─ Es el primer síntoma que presenta un embarazo, ojo amigo. ─ la peliazul dijo, provocando que los demás rieran.

─ Podríamos quedarnos acá y no comer nada, estoy con una flojera horrible.

─ Pero si vo fuiste el que dijo que saliéramos.

─ Buen punto.

Recostó su cabeza en el pasto pensando en que podría recomendar para que sus amigos sacearan su hambre y a la vez, no tener que ir tan lejos, entonces la lucesita de su cerebro se encendió.

─ Comamos helado. ─ dijo, levantando su cuerpo para ver la reacción de sus amigos.

─ Me parece bien. ─ Minhee se paró, siendo seguido por todos, buscando la heladería por los alrededores de la plaza.

Todos los amigos emprendieron viaje hacia la tienda de helados que estaba a menos de 5 minutos caminando, mientras cuchicheaban y reían por cualquier cosa.

Al llegar, fue el primero en pedir su típico helado de chocomenta, le siguió Yujin ordenando un helado de nombre raro y aspecto todavía más cuestionable.
Él podría jurar que eso se veía más asqueroso que el helado de pasas al ron.

Los demás chicos se fueron uniéndo a ellos con el pasar del tiempo, hasta que ya todos se encontraban con sus respectivos helados en las manos.

Y entonces, la guerra se desató cuando se giró hacia Riki y observó lo que el denominaba la mayor traición de su vida.

─ ¿Qué mirai? ─ dijo el menor después de agarrar con una cucharita su helado de vainilla.

─ ¿Me tai webeando que te compraste esa wea asquerosa? ─ soltó indignado.

─ Asquerosa tu cara, tonto weon.

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hey bae like it ─ sungsunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora