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— Hola Chae, necesito tu ayuda. ─ dijo, entrando al cuarto de su hermana mayor sin preguntar ni tocar la puerta.
─ ¿Qué sucede, Sunoo? ya es hora de que vayas a clases. ─ se acercó a la cama de la mayor, sentándose ahí.
─ Es que, ayer sin querer mordí a un chico y... ─ Chae lo interrumpió, temió lo peor.
─ Heeseung me contó. ─ se atragantó con su propia saliva, la chica comenzó a decir que levantara las manos para calmar la tos de su hermano.
─ Ignorando qué él lo sabe, sí me voy a disculpar ¿Cómo crees que debería hacerlo? ─ preguntó, cuando su respiración había logrado calmarse, sus manos sudaban, estaba avergonzado.
─ Disculpandote. ─ dijo obvia, soltó una risa y lo miro. ─ ¿Qué planeas?
─ Darle snacks hasta que me perdone, pero quiero agregarle una nota, ya sabes. ─ la más alta miro curiosa a su hermano, se apresuró a negar con su cabeza, cada vez sentía más vergüenza. ─ No me refiero a eso Chae.
─ Ya entendí. ─ dijo mientras se levantaba y buscaba algunos de sus post it con figuras tiernas, agarro un lápiz pasta y los acerco. ─ Escribe lo que sientas correcto, Sunoo. ─ negó con su cabeza, sí supiera que escribir claramente no estaría ahí preguntándole.
