Capitulo 13

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Al día siguiente, cuando estaba dispuesta a ir la cochera a por la moto me encuentro una sorpresa, estaba la moto de Marco aparcada en la puerta de mi casa esperándome. Al verme me sonríe y se acerca.

- Buenos días media rubia- me dice al llegar delante mía agachándose para darme un beso en la mejilla

- Buenos días Marco- le digo- ¿Qué haces aquí?- le preguntó

- Estaba esperándote para así llegar juntos a clase y evitar que el chico ese de ayer se te acerque - me dijo

- Mmmm¿gracias?- le dije

Le restó importancia al asunto y me paso el casco, al subirme la moto la arrancó para empezar a ir hacia el instituto. Cuando aparca la moto donde le corresponde, veo a Leria mirándome que con su mirada se que en clase empezara el interrogatorio.

Al entrar, Marco me cogió la mano para caminar juntos a clase, eso llamo la atención a las personas ya que era raro que yo fuese con un chico cogida de la mano por ahí sabiendo que no me gustaba la atención. Llegamos al laboratorio que era donde me tocaba mientras que a el le tocaba otra ya que solo coincidíamos en cinco clases como máximo, las restantes no.

- Bueno media rubia, me voy a mi clase - me da un beso en la frente-  si necesitas algo avísame, si?

A lo que yo asiento, se separa de mi y camina hacia su clase, mientras yo veo como se aleja cuando enseguida soy rodeada por unos brazos firmes, me tenso con miedo por quien podría ser. Al girarme, me veo a una versión mas madura de un viejo amigo

- Maaaax!!!!!!!!- salto hacia sus brazos- ¿como es que estas aquí?

- Hola peque- me dice apretándome más a el- Estoy de vuelta y voy a tu misma clase

Yo estaba emocionada ya que Max era un amigo que por circunstancias del trabajo de su padre tuvo que irse unos años  fuera de España. Era uno de los del sexo opuesto con quien no me sentía incomoda.

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Me pase toda la mañana con Max para ponernos al día sobre lo que había pasado durante estos años que no nos habíamos visto, por otro lado, pensaba que no había visto en toda la mañana a Marco algo que me parecía extraño.
Salí de mis pensamientos cuando noto como unos brazos me rodean por la cintura sobresaltando me en el acto, miro los brazos y eran los de Marco ya que podría diferenciarlos de cualquiera

-Media rubia, como ha ido hoy? -me pregunta en mi oído

- Hola Marco, bastante bien me he vuelto a encontrar con Max- le digo señalándole a Max que estaba delante nuestra

Se separa de mi y se pone a mi lado rodeándome con su brazo mi cintura pegándome a él

- Hola Maden, soy el novio de esta chica tan guapa- dice yo al escucharlo decir eso me ruborizo

- Es Max, yo soy su mejor amigo- le dice mirándolo mal

Esto me estaba comenzando a incomodar, entre ellos había una guerra de miradas y no entiendo el porqué.
Al removerme inquieta, Marco se giró hacia mi.

-Oye, había pensado que podríamos ver una película en mi casa y después te puedo dejar en tu casa para que te arregles para ir a la fiesta de Damon si te apetece - me dice

- Mm esta bien, se lo diré a mi madre para que no se asuste al no verme llegar - le sonrió

Max tose para hacerse notar, no me había dado cuenta que seguía allí. Le sonreí en forma de disculpa

-Bueno peque, nos vemos mañana en clase - se acerca y me da un beso en la mejilla, Marco al lado mío noto que se tensa

-Adiós Max- me despido de él mientras cojo la mano de Marco para dirigirlo a su moto, me suelta cuando llegamos y nos ponemos en marcha al ponernos los cascos

No se como imaginarme donde vivía Marco pero cuando llegamos no me lo esperaba. Vivía en un casa en mitad de la nada, todo era naturaleza, era todo muy tranquilo sin escuchar ruidos de la cuidad solo ruidos de los animales. Me encanto y se ve que él lo noto ya que me miraba con una sonrisa burlona

- Vaya ...- es que es una fantasía de sitio

- Anda cierra la boca y vamos a entrar- me dijo con la puerta abierta esperando a que entrase

Al entrar era todo muy colorido todo lo contrario a lo que siempre llevaba Marco, era muy acogedora me sentía como en casa y eso me gustaba. Me guío hasta su habitación y desapareció para ir a la cocina para coger comida mientras yo miraba su habitación, esta era más el se notaba que el que pasaba tiempo aquí era el, era de tonos oscuros, su perfume estaba por toda la habitación, tenía una enorme tele colgada en la pared pero lo que llamó mi atención era que en una esquina había una guitarra. Cuando iba a acercarme a ella entró el con golosinas, palomitas en la mano y los refrescos

- No me esperaba que tuvieras una guitarra aquí- le dije

- Si, solía tocarla pero ya hace tiempo que no la toco- me dice con una sonrisa de nostalgia- pero bueno, ¿que película quieres ver?

Empezamos a mirar en Netflix películas que nos pudieran gustar a los dos mientras que nos poníamos en una posición cómoda para los dos, nos sentamos con la cama apoyados en el cabezal de esta misma con las piernas muy juntas, al final escogimos una que pensaba que era decente

Que equivocaba estaba

Mientras la veíamos dejó su mano en mi rodilla y la empezó a subir y bajar, cosa que me ponía nerviosa pero no quería que parara; hubo un momento donde la película enseñó una escena subida de tono

El empezó apretarme por encima de la rodilla, no se porque pero en esos momentos me empecé a acalorar, cuando quité la vista de su mano me giré a verlo, el ya me estaba mirando y veía en su mirada algo de deseo siguió haciendo ese movimiento cuando se empezó a acercar. Estábamos a milímetros de rozar nuestras bocas cuando subió más la mano, estaba esperando a que diera él el paso.
Cuando por fin me beso

Nuestros demonios Donde viven las historias. Descúbrelo ahora