Nuestros demonios

Capitulo 14

Cuando por fin me besó
No sabía que tenía tantas ganas de besarlo hasta que me beso. Este beso no era como los demás, era de esos subidos de tonos que cada vez íbamos subiendo de intensidad, me sorprendí a mi misma cuando me subí encima suya, se ve que a él también le sorprendió pero cuando se recuperó puso sus manos en mi cintura  y me apretó para acercarme más a él.

Eso hizo que soltara un gemido que lo alento hacerlo otra vez, por inercia yo también empecé a mover las caderas, cosa que nos excito a los dos, mientras iba apretándome mas a él hubo un momento donde nuestros centros se juntaron eso hizo que ambos gimiéramos, a los segundo Marco se separó nuestros labios y apoyó su frente contra la mía.

-Media rubia, no quiero que pienses que te he traído para esto - me dice en un susurro ronco

-Marco si yo no quisiera esto, no me hubiera sentado encima tuya- le dije volviendo a iniciar el vaivén de mi cadera

- Joder....- dijo apretándome más a el- no quiero asustarte como la otra vez

-Marco....- le suelto en suspiro mandando mi lado racional a la mierda

- Erika, dime cuándo parar si te sientes incómoda- me dice cogiéndome la cara para que le mirase

No me dio tiempo a contestarle cuando ya nos estábamos comiendo otra vez la boca pero esta vez con muchísima más intensidad, el nos gira quedando el arriba y yo abajo, hizo que enredara mis piernas a su cintura y así el mismo continuar el vaivén de roces. Una de sus manos empezó a acariciarme por la cintura mientras la otra iba descendiendo de mi mejilla a mi cuello donde bordeó el borde de la camiseta que llevaba.

Se separó un segundo para preguntarme con la mirada con lo que asentí, en menos de un segundo ya me había quitado la camiseta; se separó y empezó a verme, con lo avergonzaba que estaba intenté taparme pero vio mi reacción y me cogió las manos.

- conmigo no te avergüences- me dijo en un tono ronco- conmigo no, eres perfecta

Cogió mis manos y las ató con su cinturón al cabecero de la cama, me dio un casto beso para continuar su recorrido por mi mejilla y cuello, al llegar a este todo mi vello de erizo y más cuando me mordió suavemente y luego paso la lengua. Siguió bajando hasta que llegó a las copas de mi sujetador, llevo sus dos manos a cada copa y las masajeo por encima sin quitarme el sujetador mientras que su boca me recorría el estómago.
Una de sus manos se dirigió a mi espalda que con una agilidad impresionante me desabrocho el sujetador; al quitarme no me dejo reaccionar cuando ya tenía uno de mis pechos en su boca mientras que el otro seguí amasando, empecé a jadear era una experiencia que no había experimentado, cuando pensó que ya era suficiente con una paso a la otra.

La mano que amasaba uno de mis pechos empezó a descender por mi vientre hasta que llegó al botón del pantalón, yo ahí era un desastre de jadeos y respiraciones entrecortadas.

- ¿Puedo?- preguntó a lo que yo aturdida asentí

Me desabrocho el botón y empezó a quitarme el pantalón hasta quedar con unas diminutas bragas con algo de encaje negras. Me puse más roja si se puede ser por la sonrisa pícara que me dio.

-No pensé que tú serías de las que les gusta el encaje- me dice

No me dejo mandarle a la mierda cuando empezó a frotar donde me palpitaba por encima de la ropa, solté un gemido que yo misma me avergoncé por lo necesitada que sonaba. No se cuando paso cuando hizo contacto directo pero antes había oído como un crack que me hizo dar cuenta que mis bragas ahora eran dos tiras de tela, me quede con la boca abierta pero lo siguiente que hice fue soltar un gemido muy alto.
Empezó a frotar mi clitoris mientras que uno de sus dedos empezaba acariciar mi entrada, lo metió poco a poco, era una sensación extraña pero placentera cuando lo empezó a mover en mi interior. Lo que me sorprendió fue yo pidiendo más y gimiendo, el al escuchar mi pedido añadió otro dedo, con un vaivén muy rápido. Empecé a notar una sensación extraña debajo de mi vientre, cuando no pude más explote en mil pedazos con la respiración y las piernas temblando.
El saco su mano de ahí y empezó a chupar sus dedos mientras me miraba fijamente. Yo avergonzada me intente taparme pero no recordé que mis manos estaban a un cogidas al cabecero.

-mmm... puedes ?- le dije señalando mis manos

Cuando las soltó vi que se iba de la habitación al baño, mientras yo me quedaba pensado en lo que había ocurrido, era mi primera vez haciendo esto queriéndolo y así es mucho mejor. No me di cuenta que Marco había vuelto hasta que noté como algo húmedo en mi intimidad, cuando volví en si Marco estaba limpiándome, me volví a sonrojar y él me vio con una sonrisa tierna.

-Media rubia ahora a descansar que aún es pronto para que te lleve a casa - me dice cuando termina, dándome una de sus camisetas y echándose en la cama

- Pero... y tu? -le dije en un susurro

- esto no es siempre dar y recibir, prefiero darte placer y que quedes satisfecha a que todo sea por mi placer- me dice

Me quedo en silencio, cuando poco a poco voy cayendo en los brazos de Morfeo pero antes de caer totalmente me doy cuenta como soy arrastrada hasta algo más duro y rodeada por la cintura, no me moví porque me sentía segura y sin ningún peligro

Fue una de las veces que dormí sin pesadillas.... bueno fue muy pronto pensar en eso