Capitulo 11

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Al abrir los ojos veo que estoy en mi habitación, algo confundida veo que apenas puedo ver ya que están las persianas bajadas pero aun se puede ver que es de día, empiezo a pensar el porque estoy aquí y es cuando recuerdo

- Mmmm.. T-tu padre ha salido de la cárcel, Erika- me dice mi madre temblorosa

Me empieza a entrar otra vez el pánico y me comienza a costarme respirar, me tenso aun mas cuando noto como alguien me abraza desde detrás

- Tranquila media rubia , soy yo , Marco - me dice en la oreja y me empiezo a relajar.

Me doy la vuelta para abrazarle y poder enterrar mi cara entre su hombro y cuello, así poder oler su perfume y intentar relajarme. Al cabo de unos minutos me separo porque aun tengo la duda del porque esta aquí conmigo y no se a ido a casa.

- Oye, Marco- le llamo- ¿que haces aquí? - le pregunto sin rodeos

- Ee..- se rasca la nuca nervioso- Mira Erika, yo no podía irme así, cuando te desmayaste en mis brazos no podía irme sin asegurarme que estabas bien y sabiendo que me ibas ignorar por la vergüenza que necesitaba quedarme. Entonces le pregunte a tu madre y me dejo quedarme hasta que estés mejor

- Esta bien - le digo- espero no haber sido una molestia - le digo sonrojándome

- Media rubia- me coge del mentón para que le mire- tu no molestas nunca - me dice

Nos quedamos mirándonos y nos empezamos a acercar, esta tan cerca que puedo notar su aliento sobre mis labios.

- Media rubia- susurra- no te voy a besar no quiero que pienses que me aprovecho porque están débil- me dice

-Marco, Bésame - le digo pero no espero que lo haga el

Le cojo de la nuca para acercarlo, así por fin juntar nuestros labios. Esta es la segunda vez que nos besamos y parece que es algo que llevamos haciendo desde siempre, sus labios son carnosos y suaves; además nunca lo admitiría delante de el pero es con el único que me pasaría todo el día besando si no fuera por su actitud de mierda aun que últimamente esa actitud me gusta.

Nos besamos hasta que nos hace falta coger aire y apoya su frente contra la mía, mientras yo tengo los ojos abiertos el los tiene cerrados así que aprovecho para detallar su cara. Al pasar los minutos, nuestras respiraciones ya están normales y es cuando el abre los ojos, puedo ver con claridad esos ojos claros que intimidan

El me empieza acariciar la cara con las yemas de su dedos, de una manera que me transmitía cariño, empieza a bajar la mano hasta llegar al cuello, todo esto sin quitarme la mirada de encima. Se vuelve ha acercar y sigue bajando la mano pero esta vez lo que toca es por encima de la ropa, me tenso porque me da miedo su siguiente movimiento.

-Q-que hace-s?- le digo con una voz ronca la cual no me esperaba

- Confías en mi?- me dice en un susuró

- Si- le digo

Vuelve su recorrido con su mano hasta que llega al borde de mi camiseta, mete sus manos por debajo de la camiseta y empieza acariciar mi abdomen, mientras hace que me recueste en la cama y el se pone encima de mi, pensaba que me iba a poner incomoda o algo pero me sentía de los mas segura; me coge el borde de la camiseta y me pide permiso con la mirada para quitármela a lo que asiento. Al quitarme la camiseta me mira de arriba abajo, y yo temo de su reacción, ya que me puede ver una de las cicatrices mas grandes que tengo cuando la ve, veo como sus ojos pasan muchas emociones pero ninguna negativa y se que en algún momento preguntara pero no se si estoy lista para contar esa parte de la historia.

Baja la cabeza directo a la cicatriz y me empieza a dar besos húmedos mientras yo me estremezco al sentir su boca ahí, va haciendo un recorrido hasta llegar a mis pechos y como aun llevo el sujetador me empieza a acariciarlas por encima del sujetador mientras que sus labios se estampan con los míos, nuestras leguas hacen una danza que es única; se separa y hace el intento de quitarme el sujetador pero....

- Pequeña ratita vamos a ver si tu cuerpo se han desenvolupado desde la ultima vez que las vi- me dice mi padre

- P-papa siguen igual- le digo intentando ocultarlas

- Que mentirosa eres pequeña ratita- me dice con una sonrisa que me hace estremecer- quítate la camiseta YA- me ordena

Yo me la quito por el temor de que me haga algo peor por no hacerle caso, al quitármela me da una mirada y lo único que me produce es asco

- Sabia que mentías- me dice- ahora me toca castigarte por mentirme- me dice acercándose

-NOO PARA PARA- empiezo a chillar

- Erika¿ que pasa?- me dice- ¿te hecho algo que no debía o daño?- me dice preocupado

- Quiero que te vayas de mi casa ya- le digo poniéndome la camiseta y volviéndome acostar en la cama- por favor- susurro

Siento su mirada mientras se pone la camiseta otra vez, que no se en que momento se la ha quitado, se que se a querido acercar pero sabe que es mejor que no.

Escucho que la puerta de mi habitación se cierra y como se despide de mis padres, me pongo a llorar porque me odio a mi misma por no poder dejar el pasado atrás y por el asco que me da ver mi cuerpo. Cada día me va destrozando mas y ya no se ni como sigo en pie porque a pesar de que no esta presente me jode la vida igualmente

Me duermo otra vez entre lagrimas secas en mi cara y pensando en el asco que me doy

Nuestros demonios Donde viven las historias. Descúbrelo ahora