AURA [Theodore Nott & Draco Malfoy]

Capítulo 1: La Mansión Grindelwald

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—Aura baja a desayunar —gritó mi madre desde las escaleras.

—Ya voy mamá —respondí con desinterés.

Termine de arreglarme con rapidez, generalmente no lo hago, pero hoy decidí aplicarme crema, un poco de mascara de pestañas, bálsamo labial, rubor, perfume y estoy lista.

—Aura!!! —gritó un poco molesta esta vez.

—Aquí estoy —dije con la respiración cortada debido a que corrí desde mi cuarto hasta el comedor lo más rápido que pude.

—¿Por qué tardaste tanto? —preguntó con interés.

—Supongo que solo desperté un poco tarde...—respondí insegura, al menos hasta que vi el reloj de plata colgado sobre la puerta.

—O quizá es por otra cosa... ¿por qué estamos desayunando una hora antes de lo que acordamos ayer? —pregunté algo molesta.

—Bueno porque hoy tenemos que ir a comprar todo lo que vas a ocupar en Hogwarts y son bastantes cosas...—dijo un poco indecisa.

—Cindy ¿podrías traer la comida de Aura por favor? —pidió.

Ese repentino cambio de tema y la forma en la que evita mirarme, estoy segura de que me está ocultando algo, ayer dijo que pasaríamos todo el día en el Callejón Diagon y que tendríamos mucho tiempo para divertirnos juntas, ¿acaso no podía esperar una hora más? A menos que...

—Dime que no es por lo que creo que es —dije mucho más molesta esta vez.

—Lo siento Aura, pero esto es importante —se defiende.

—Mamá dijiste que sería un día para nosotras, las dos, solas —le reclamo.

—Lo se hija y sabes que no haría esto si no fuera absolutamente necesario —respondió intentando tomar mi mano, la cual alejé de inmediato.

—Bien —respondí molesta—. Hoy desayunaré en la cocina.

Me voy sin mirarla, ¿cómo podía traicionarme de esa manera?

Mamá y yo siempre hemos sido cercanas, pero últimamente parece que no tiene tiempo para mí, lo entiendo, está a punto de publicar su libro, cuida de mi hermana Lena porque aún es muy pequeña y ayuda a papá con su trabajo, pero a veces me hace preguntarme si realmente soy tan importante para ella como lo son esas cosas.

Al parecer no lo soy.

—Señorita ¿dónde prefiere que sirva su comida? —me pregunta Cindy.

Cindy es nuestra elfina doméstica, ella es la única en la casa que parece prestarme atención últimamente, ha estado en todos los momentos importantes para mí, ha pasado días enteros escuchando mis historias, me enseñó a cocinar galletas y estuvo ahí cuando aprendí a volar en mi primera escoba.

—No te preocupes Cindy, yo puedo hacerlo —respondí agradecida.

—Señorita Aura, no quiero entrometerme, pero... quizá debería escuchar a su madre —dijo Cindy un poco apenada.

—¿Por qué hacerlo Cindy? Ella no lo hace conmigo.

—Bueno quizá una de las dos tiene que empezar a hacerlo —dijo sin mirarme—. Su comida está servida, espero que la disfrute.

—Cindy no tenías que hacerlo, pero gracias —le agradecí con una sonrisa—. Te prometo que en cuanto acabe mi desayuno hablare con ella.

Se despide con una amable sonrisa, no sin antes decirme que hay un poco de pan francés para cuando termine mi croissant.

Cuando salgo de la cocina mi madre sigue sentada en el mismo lugar, levanta la vista y abre la boca para decir algo, pero se arrepiente porque vuelve a cerrarla, así que decido hablar primero.

—Perdona mamá, no quise ser grosera antes, solo creo que últimamente no hemos pasado tiempo juntas y te extraño...

—Hija yo soy la que tiene que disculparse, he estado bastante ocupada, pero eso no es excusa, sé que iba a ser nuestro día, pero si me dejas explicarte la situación sé que lo comprenderás.

—Bien, entonces explícame —exigí en un tono amable.

¿Qué podría ser tan importante para que mamá crea que puede hacerme cambiar de opinión?

—Está bien... ¿recuerdas a Theodore Nott?

La pregunta me toma por sorpresa, por supuesto que lo recuerdo, su padre, Alexander, es un buen amigo de mi padre, además es un chico muy lindo, pero ¿por qué me lo está preguntando?

—Supongo que habrás notado que no ha venido últimamente a casa.

—No lo había notado —y es cierto, no me había detenido a pensarlo, antes venía con su familia una vez al mes, pero no lo he visto en bastante tiempo—. ¿Por qué ya no viene?

—Bueno linda, desafortunadamente su madre falleció hace unos meses —soltó de pronto ¿cómo es que no lo sabía?

—¿Y él cómo está...? —no pude evitar preguntar.

—Él se volvió bastante reservado y no ha salido de su casa desde lo ocurrido.

¿Theodore Nott reservado? Eso no es posible, siempre fue tan divertido, haciendo reír a las personas. Mamá debió intuir lo que estaba pensando porque me dedico una sonrisa triste.

Nos quedamos en silencio un minuto que pareció eterno, un par de lagrimas escaparon de mis ojos, debe sentirse muy solo.

Mamá decide romper el silencio.

—Bueno como sabes él y tú tienen la misma edad, lo que significa que él también entrará este año a Hogwarts, pero su padre no puede llevarlo a comprar las cosas necesarias ya que tiene mucho trabajo en el ministerio.

—Puede acompañarnos —dije sin una pizca de duda, no puedo imaginar lo difícil que ha sido para él, pero sé que a nadie le gustaría estar solo en esa situación.

—Sabía que lo entenderías.

No escucho lo que dice después, estoy sumergida en mis pensamientos, ¿cómo debo actuar con él? ¿debería preguntar cómo se siente? Pero que pregunta tan tonta, obviamente no debo preguntar una cosa así.

—Aura ¿me estas escuchando? —pregunta mi madre con la voz un poco elevada.

—Lo siento mamá ¿qué decías?

—Él llegará en 20 minutos, ¿ya estas lista?

—Si...

Definitivamente no estaba lista, cuando entró en la habitación no pude evitar notar que sus ojos estaban hinchados y rojos, además habían perdido su brillo, su chispa y faltaba esa sonrisa característica de él.

—Hola Aura —dijo sin mirarme a los ojos—. Señorita Fortescue.

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