AURA [Theodore Nott & Draco Malfoy]

Capítulo 4: El Expreso de Hogwarts

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Ha pasado casi un mes desde la visita al Callejón Diagon, no he visto a Theo desde entonces, mamá dice que su papá está muy ocupado y que no ha podido acompañarlo y él está muy chico para viajar solo, aunque esa respuesta no me convence.

Lo he extrañado mucho, pero me emociona saber que a partir de mañana temprano lo veré diario.

—Princesa ya es hora de dormir —me informa mamá mientras entra a mi habitación.

—Lo se ma, pero no puedo —me dedica una sonrisa—. Estoy muy nerviosa o ansiosa o es miedo o...

—Aura, calma —intenta tranquilizarme mientras recoge un mechón rebelde que salió de mi peinado.

—Perdón —es lo único que consigo decir.

—Te traje algo —y una mirada cómplice apareció en su rostro.

—Qué es?

—Bueno primero esto —levanta la mano y de ella cuelga la cadena que me regalo Theo junto con el anillo de mi familia—. Dijiste que lo cuidarías.

—Perdón ma, hoy estuve muy distraída —intento justificarme—. Te prometo que lo voy a cuidar muy muy muy bien.

Me sonríe y la pone en mi mesita de noche.

—La otra cosa son... —hace una pausa y yo me pongo muy ansiosa—. Varitas de regaliz, sé que son tus favoritas y por alguna extraña razón te ayudan a dormir.

—Gracias ma.

Después de darme un beso de buenas noches sale de mi habitación, no sin antes asegurarse de que comiera un par de los dulces que me trajo.

Me quedo mirando al techo de mi habitación pensando en todo lo que podría ocurrir mañana y me duermo con esos posibles escenarios dando vueltas en mi mente.

Un rayo de sol me despierta y el caos vuelve a mi cabeza en un par de segundos, ¿y si olvidé algo?, ¿debería revisar mi equipaje por quinta vez?, ¿y si ya es tarde?, ¿y si la ropa que escogí ayer no se ve bien?

Pero un olor a té negro y tostadas junto con la preciosa sonrisa de mi mamá me distrae de todas esas dudas.

—Buenos días linda —me saluda ella.

—Buenos días ma —respondo con una sonrisa.

—¿Lista para el gran día?

—Si —intento mentir.

—Está bien estar nerviosa hija, todos nos hemos sentido así en nuestro primer día de clases —me tranquiliza—. Hagamos un trato, termina tu desayuno mientras subimos tus cosas al auto y tienes todo el trayecto para hacerme las preguntas que quieras ¿qué dices?

—¿Todo el trayecto? —pregunto bastante animada.

—Hasta que entres al tren.

—Es un tarto —le extiendo la mano y ella la estrecha.

Sale de la habitación después de eso y yo me dedico a desayunar, claro que no he dejado de pensar en posibles preguntas para mamá, ella estudió en Hogwarts, fue seleccionada para la casa Ravenclaw y al parecer era una alumna de excelencia, si soy sincera me preocupa decepcionarla y a todos los demás, pero intento ahuyentar esos pensamientos.

Al parecer será un buen día, no tuve tiempo de revisar mi equipaje de nuevo porque ya lo habían subido al auto, pero el atuendo que escogí ayer se me ve exactamente como lo pensé y la verdad eso me ahorró mucho tiempo, incluso pude anotar las preguntas que considero más importantes para no olvidarlas.