Capítulo 3: El Callejón Diagon

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En un segundo me encuentro dentro de una chimenea en el caldero chorreante, he estado en este lugar unas cuantas veces, mi tío, Florean, tiene una heladería y me invitaba a venir un par de veces al mes.

Salgo de la chimenea cuando recuerdo que mi mamá y Theo vienen detrás de mí, el primero en llegar es el castaño que cae de rodillas, lo que provoca que las personas lo miren de manera extraña pero el chico solo se levanta como si nada hubiera ocurrido. Cuando por fin aparece mi mamá en la chimenea podemos ir hacia la verdadera entrada al callejón.

—Ma ¿podemos ir a ver a mi tío antes de irnos? —pregunto esperando que su respuesta sea sí.

—Pueden ir a donde quieran, solo si regresan aquí antes de las 6:30 —responde sin darle importancia.

—¿Dijiste pueden? ¿no vendrás?

Abre los ojos como platos al notar lo que acaba de revelarnos, Theo se queda en silencio, pero no me quita los ojos de encima, lo sé, siento su mirada penetrante a través de mí.

—Aura creo que es un lindo día para que la pasen ustedes dos juntos, para que puedan hablar sin preocuparse de que yo escuche algo que no debería.

Hago una mueca ante su respuesta, puedo habérmelo dicho antes, aunque realmente estar a solas con el ojiazul no me molesta para nada, de hecho, creo que es más fácil que él la pase bien si estamos solo los dos, es por eso que, a pesar de mis deseos, digo:

—Tienes razón, pero ¿si nos acompañarás a Gringotts?

—Claro, les enseñaré a sacar dinero de sus respectivas bóvedas —nos dice con satisfacción— Theodore ¿si traes contigo tu llave?

—Si señorita —le responde tímido.

—Muy bien, entonces vamos.

Acto seguido toca puntos específicos en la pared de ladrillo con su varita y estos comienzan a moverse para finalmente formar un arco, el cual es la entrada al Callejón Diagon.

Estoy muy emocionada por el día de hoy, no puedo esperar a visitar todas las tiendas junto con Theo, me hubiera gustado que mamá me acompañara a comprar mi varita, pero la idea de ir con él me gusta.

Al llegar a la entrara del banco mi corazón dio un vuelco, las familias más antiguas de la comunidad mágica tienen la tradición de ahorrar en una bóveda nueva para que cada uno de sus hijos concluya sus estudios, les entregan la llave el día en el que van a comprar el material que utilizaran en su primer año y mamá tiene la mía justo ahora.

Ella se detiene a unos pasos de la puerta y se inclina hacia mí.

—Aura esto te pertenece y espero que lo disfrutes —justo después de decirlo me da un abrazo cálido y yo sonrío de felicidad.

El castaño nos observaba con cautela, o al menos eso pensé hasta que volteé a ver sus ojos, se habían cristalizado y tenía una sonrisa triste en el rostro, mamá comienza a separase de mí y el chico se limpia las lágrimas y baja la mirada rápidamente.

—Bien, es hora niños.

Caminamos por el pasillo, pero yo solo tengo ojos para Theo, solo quiero ir a su lado y abrazarlo, decirle que no está solo. No escucho lo que me dicen, estoy sumergida en mis pensamientos hasta que mi madre me toca el hombro con delicadeza y me pregunta:

—Aura ¿te sientes bien?

—Si, lo siento, ¿me decías?

—El hombre te pidió tu llave —me repite con mirada preocupada.

AURA [Theodore Nott & Draco Malfoy]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora